Sé que voy a dejar de existir, y sé que ellos también perecerán. Madres con sus hijos, maridos con sus mujeres, pero al menos no sabrán jamás lo que duele perder a un ser querido, no sentirán en sus carnes lo que es echarse de menos, todos aguardan el mismo sino, el mismo final que obtuvieron los míos, enterrados entre las ruinas de su propio hogar, bajo cascotes y retratos de familia, con los escombros y la metralla como única sepultura. Hoy soy yo el desalmado, el bárbaro sanguinario y sin nombre propio, sin honor ni homenaje alguno en esta tierra de bastardos. Mataré porque ellos matan, no hay más pretexto, no existe otra razón, y si la existe, nadie me la ha enseñado, ni mi Dios ni mis enemigos, ni aquellos hermanos junto a los que libro esta batalla. Lo único de lo que estoy seguro es de que no soy un asesino, si no un mártir, un insurgente.
La mirada fija en un único punto, la expresión completamente helada, los labios se mueven rezando en silencio una plegaria, le rezan a un Dios que me acogerá en su seno para que no haya más dolor, que me reunirá con mi familia para no volver a separarnos. Mis manos mantienen con entereza el pulso, mis pies empiezan a andar, y avanzo sin vacilar un solo instante, con la firmeza del más impávido. Un paso, otro paso, y otro…, el mundo parece encogerse cada vez más, mientras que la visión se va tornando más clara a pesar de las gotas de sudor que franquean la barrera de mis pobladas cejas, y el corazón retumba a una velocidad pasmosa, pero los nervios, los nervios parecen haber sido forjados con acero puro.
Mientras me acerco, la tensión parece apoderarse poco a poco de los allí presentes, como si el aroma de la mismísima muerte hubiese invadido el lugar, con absoluto sigilo, caminando unos pasos por delante de mí. La desconfianza es palpable, pero nadie dice nada, la música sigue sonando, la gente baila insegura, se entrecruzan las miradas como si se estuvieran diciendo adiós, todo el mundo calla, muchos agarran con fuerza las manos de sus parejas de baile. Ya saben lo que ocurre, saben que no hay salida alguna, yo también lo sé, por eso no miro hacia atrás, si no que miro hacia el cielo esperando ver ya ese umbral del que me hablaron con sonrisas esperanzadoras, cierro los párpados y aprieto con fuerza la mano izquierda, el puño cerrado, mientras que con la otra sostengo el detonador.
El grito de una mujer, ruido de mesas, gente corriendo, un último suspiro…. Allah es grande!
- Kevin Laden -
vaya mierda
ResponderEliminarfdo: una podologa
Tu si que eres mierda.
ResponderEliminarSalut
"Como tú no puedes porque eres un zote, pongo yo tu comentario, gracias Mongui."
ResponderEliminar- KEVIN -
¿Pero cómo podemos repudiar totalmente la violencia si la lucha y la agresión forman parte de la vida misma? La salida más fácil es optar por una distinción terminológica entre "agresión", que implica una "fuerza vital", y "violencia", que implica una "fuerza mortal": la "violencia", aquí no sería una agresión como tal, sino un exceso de ésta que, como siempre pide más y más, perturba el curso normal de las cosas. Lo que debemos hacer es mantener a ralla este exceso.
Es latente el argumento hipócrita que supone tolerar la matanza abstracta y anónima de miles de personas, al mismo tiempo que se condenan los casos individuales de violación de los derechos humanos. ¿No es que somos víctimas de una "ilusión ética"? Todo el horror de l 11-S se retransmitió con todo detalle por los medios de comunicación, pero por el contrario, se condenó a la cadena de televisión al-Jazeera por complicidad con los terroristas por mostrar imágenes de los resultados de los bombardeos de los Estados Unidos en Fallujah.
Enhorabuena por tu nuevo blog KEVIN, tienes puntos de vista muy interesantes sobre variedad de temas. Siento no haberte comentado antes, pero ya sabes, el vecino se conecta cuando quiere, no cuando se le necesita... xD
PD: si no queréis terminar siendo presidentes del gobierno seguid leyendo libros, son muy interesantes!!! xD
Un admirador
No voy a caer en la trampa de desearos la muerte, eso es lo que quereis. Directamente os diré que el mundo hubiera sido mejor si no hubierais nacido, ni el creador de esta pagina u otras de esta calaña, ni los ignorantes,descerebrados,marionetas,asesinos,trastornados,engañados que secundais esta basura..hacernos un favor y cortarosla para que no pueda nacer personas a las cuales podais inculcarle unas locuras como estas. Me alegro de todo lo que sufrais vosotros, vuestros hijos, y todos vuestros antepasados y sucesores. Daros cuenta de una vez de lo que impera en el planeta tierra.
ResponderEliminarCapitalismo 1-0 locura
Me arrepiento de haber perdido un instante de mi vida en dedicar tiempo a esta tonteria. me rio de vosotros xd
Sigo tu consejo y me arranco el miembro viril, pero de pronto... oh dios mío!!!! nada contiene mi esperma... comienzo a eyacular de forma enfermiza mientras leo los escritos de este terrorista, que si se me permite puntualizar es divino (léase en tono capitalista-lacoste). Los espasmos se suceden y son cada vez más extremos, mi líquido coagulado grita ¡descendencia! y se distribuye de forma aleatoria por todo el espacio... tu ojete, la cara de tu hermana, el culo de Berlusconi, una rojigualda, los ojos de Pedro J, el pelo de la pija de callejeros... Joder! que estropicio, no puedo pararlo, estoy contagiando al mundo entero y ahora se asemeja a un huevo podrido mojado en leche agria... ah, no, que así ya estaba antes...
ResponderEliminarSiento decírtelo pero... Capitalismo 1 - Locura 10. Sigue jugando chaval.
Ah, por cierto... me resulta desagradable tener que decirte esto pero, alegrarse del sufrimiento ajeno esta muy feo... esque no te han enseñado modales jovencito???
Con cariño, desde… la habitación de papá.
Gracias señor Anónimo, al primero, al que dice que el mundo sería mejor si gente como yo no hubiera nacido. Gracias por haber perdido un instante de su modélica vida en hacerme ver que mis textos no caen en saco roto. Porque la crispación de gente como usted es la que me da fuerzas para seguir escribiendo y porque, tras seis meses escribiendo en este blog - antes lo hacía en otro sitio - echaba de menos este tipo de rabietas cibernéticas por parte de detractores que, curiosamente se llaman todos igual que usted, señor Anónimo.
ResponderEliminarNo obstante, me veo en obligación de sugerirle que a lo mejor no ha interpretado bien el texto, y aclararle que para mí no es un bonito espectáculo el hecho de que seres humanos se encuentren tan desesperados como para rodearse la cintura de explosivos y llevarse, junto a la suya, numerosas vidas inocentes. Lo que pretende el escrito es ponerse en la piel de este hombre y arrojar de paso una reflexión un tanto explícita, preguntándose por qué llega una persona a tales extremos. ¿Se ha preguntado usted quién es el culpable de este tipo de atrocidades? ¿O solamente ve en mis líneas un fanatismo irracional? Atrévase a pensar, que es gratis!