miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL TRIUNFO DEL INÚTIL


No me sorprendió verte entre la muchedumbre, ondeando esa bandera de plástico azul con una espléndida sonrisa que iluminaba Génova de punta a punta. No me extrañó ver tu rostro aquella noche, como no me ha extrañado nunca verte aullando entre lágrimas en la cola del concierto de ese cantante que tanto te entusiasma, como tampoco me extrañan tus horrísonas carcajadas ante el televisor cuando aparece Pablo Motos, el resplandor del brillo en tu mirada cuando gana tu equipo de fútbol, ni ese afán por celebrar el triunfo ajeno que tanto te caracteriza. Supongo que todo esto no son más que síntomas, reflejos de un vacío existencial que te desmenuza las entrañas, que sentirte un fracasado durante toda tu vida te empuja a realizar actos que suplan tus carencias y alejen de ti esa dolorosa sensación de ser una criatura inservible. Necesitas sentirte útil, pensar que algo de lo que haces  resulta fructífero para poder sentirte un ganador, un hombre realizado y de provecho orgulloso de su patria y de haber hecho algo por devolverla a flote. Te has pasado la existencia creyéndote el vencedor de cientos de batallas que tú jamás has librado, recogiendo las migajas que la gloria de otros ha esparcido por el suelo, para hacerte con ellas galones que luces con orgullo al día siguiente en tu trabajo o en la cola del paro, vanagloriándote mientras chapoteas en el espeso y negro charco de fango que es tu fracaso más absoluto.



Éste es el motivo por el cual no me extrañó volver a ver esa sombría expresión de felicidad, ni tampoco escuchar una vez más tus rebuznos de asno crédulo y desmemoriado que olvida a los muertos de Irak y al acento de Texas, a los trajes, los billetes de lotería y a los barcos de los narcos, que cree que una nueva cara que gestione esta farsa es la mejor de las enmiendas, que habla horrores de los anti-sistemas e ignora lo peligrosos que resultan los pro-sistemas como él, esos a quienes Bertolt Brecht calificaba de analfabetos políticos, esas inmensas mayorías absolutas que mantienen ciega confianza en quienes sólo favorecen a una minoría entre la que ellos jamás se encontrarán. Pero hoy respiras aliviado y lo haces, más que por el hecho de pensar que algo va a solucionarse, por sentirte partícipe de esa victoria que ni es tuya, ni lo será jamás, por haber metido un rectángulo de papel dentro de un sobre, que sumado a otros más de diez millones de rectángulos de papel metidos dentro de otros más de diez millones de sobres, que a su vez se suman a otros más de seis millones de supuestos antagonistas tuyos, han perpetuado este sistema del que tan orgulloso te sientes. Pero ya te arrepentirás cuando te des cuenta de que no has ganado nada, de que no tenías absolutamente nada que celebrar aquel día, que nada de lo que hiciste tuvo la mínima utilidad y que lo único de provecho que puedes hacer, es sentarte a ver la tele. Mientras tanto, ¡enhorabuena, inútil!

 - Kevin Laden -

sábado, 5 de noviembre de 2011

DOS AÑOS DE TERRORISMO VIRTUAL




Terrorista... ¿quién?
Democracia... ¿dónde?

Hoy este blog cumple dos años, y todo por tu culpa. ¡Gracias por hacerlo posible!

- Kevin Laden -

lunes, 24 de octubre de 2011

EL IMPERIO DE LOS BUENOS CONTRA EL MALO DE LA PISTOLA DE ORO


Como en toda película el malo siempre ha de ser ajusticiado, no sin antes haber pagado con creces por sus fechorías, en esta superproducción que es la invasión imperialista que desde la pasada primavera ha convertido a Libia en el punto de mira de las garras del neocolonialismo, el villano no podía irse esta vez de rositas. Las cámaras de los teléfonos móviles han retratado lo truculento de una historia que ya no impresiona a nadie, el final de una película de acción con tintes bélicos  que ha contado con sus protagonistas ejerciendo de buenos, unos rebeldes cuya misión consistía en liberar a su patria de la mano de los  eternos pacificadores de la OTAN, expertos en imponer el bien a pepinazo limpio. A este film de producción norteamericana tampoco le ha faltado su clásico malvado, un sanguinario gobernante que ha oprimido a su pueblo con mano de hierro y que recuerda en ocasiones al malo de Aladdín. Pero aunque los títulos de crédito anuncien al mundo entero que la peli ha terminado con el linchamiento público de Muammar el Gadafi, continúa una trama de dudoso final para el pueblo libio y su futuro, a merced de aquellos que dicen ser libertadores pero únicamente saben crear estados fallidos, esos parásitos que llegan en el momento oportuno y se asientan en lugares estratégicos para succionar sus hidrocarburos con ansia voraz.



El malo ha perdido y los buenos lo celebran, aplaude hasta la izquierda más falaz, desde el puño y la rosa hasta los ecologistas otanistas de Equo. Mientras el Nobel de la paz Barack Obama honra por segunda vez un homicidio retransmitido por televisión, la arpía de Hillary Clinton cita y tergiversa irónicamente y entre carcajadas las palabras de Julio César, “we came, we saw, he died”, es decir, nosotros vinimos, nosotros vimos y él murió, solemnizando así, este Imperio de salvadores, otra pequeña victoria aún a pesar de estar hundiéndose lentamente en el fango, asfixiado por la crisis capitalista que ya no logra sostener ni empleando todo su armamento militar. Muy distintas palabras se oyen y se leen cuando les toca hablar a los malditos, a los incómodos que no logran tragarse el argumento de esta película barata, como las que pronuncia el Comandante Fidel Castro en sus siempre lúcidas Reflexiones:   “Esa brutal alianza militar se ha convertido en el más pérfido instrumento de represión que ha conocido la historia de la humanidad”, afirma el compañero Fidel refiriéndose al largo inventario de crímenes que ha perpetrado esa organización terrorista llamada OTAN, y es que si bien Gadafi pereció en manos de los rebeldes libios, resulta muchísimo más que evidente que estos supuestos revolucionarios no son más que los peleles de un mísero espectáculo de marionetas dirigido desde la retaguardia por los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos y que el fallecido mandatario no andaba tan desencaminado al llamar “ratas” a estos infelices que jalean exhibiendo cadáveres y disparan ráfagas al aire, pero son ratas indirectamente y muchos lo son sin saberlo, obedeciendo con ciega fidelidad a quienes los instigan y creyéndose partícipes de una revolución que no es tal.



Por eso me llamó la atención un artículo titulado “El Hombre de la Pistola de Oro” firmado el día 20 de octubre por Miguel-Anxo Murado para la Voz de Galicia, lo leí con estupefacción en un bar de A Coruña justo después de enterarme de la noticia del asesinato de Gadafi y me llamó la atención su guiño cinéfilo y su afán por destacar el detalle de esa pistola de oro que uno de los ajusticiadores exhibía tras habérsela arrebatado supuestamente al cuerpo malherido del coronel. Del desvalijamiento de otro territorio bañado en oro negro, culminado con el cuerpo sin vida de su líder expuesto como trofeo, el autor del citado artículo decide no hacer mención, haciendo hincapié en lugar de ello, en las excentricidades de lo que él califica como un “narcisista” y un “ideólogo enloquecido que se creía destinado a gobernar el mundo”. Olvida, como tantos otros, la gravedad de los hechos y su verdadero motivo, olvida que, como dice Fidel en su artículo firmado el 23 de octubre, el secuestro del cadáver y su posterior exhibición, viola los más elementales principios de las normas musulmanas, e ignora o parece ignorar que el coronel Muammar el Gadafi, padre del socialismo islámico y líder de la Revolución Verde, defendió a su patria y a su pueblo durante 42 años, tras varios intentos de asesinato y no menos bombardeos por parte del imperialismo norteamericano,  dejando en 2010 al estado libio en la cabeza del listado de países africanos con mayor índice de desarrollo humano. Como de costumbre, en esta película os habéis vuelto a equivocar de malo.

-Kevin Laden -

jueves, 13 de octubre de 2011

LAS BRUJAS DE SALEM


Los que padecen miopía política tienden a ver con asombrosa claridad cómo reprimen los estados más totalitarios a miles de kilómetros de distancia. Aseguran ser conocedores de todas las atrocidades que cometen o han cometido los dictadores más sanguinarios, aunque no tuvieran ni idea de quiénes eran estos déspotas antes de que los medios empezaran a pronunciar sus nombres. Pero esta dolencia incluye otro síntoma y es todavía más grave que el primero descrito, el miope político es incapaz de ver aquello que sucede a su alrededor, aunque esté ocurriendo a dos palmos de su propia nariz. Por este motivo, cuando el informativo de la Sexta dedicó medio minuto a informar a la audiencia de que la Policía Nacional se había llevado detenido a un rapero por hacer apología del terrorismo, el espectador medio no vio en esta noticia más que una mera curiosidad, “¿qué habrá dicho ese individuo para haber causado tanto revuelo?”. Algo normal al fin y al cabo, esto ya lo hemos visto más veces, nombres como los de Soziedad Alkohólika, Fermín Muguruza, Banda Bassotti o Los Chikos del Maíz han sonado o se han visto impresos en los medios de comunicación por lo controvertido del contenido que albergan las letras de muchas de sus canciones. Los músicos que ignoran lo que es el miedo y rechazan la clásica ambigüedad disimulada con bonitas palabras y falso compromiso, en ocasiones se convierten en la cruz en el punto de mira de los amos y señores que guardan la perpetuidad de su arcaico caudillaje.


¿Pero qué tiene de diferente la detención de Pablo Hasel a todas estas infamias? Los que no nos fiamos de quienes escupen falacias teñidas de progresismo, lo tenemos claro. La democracia española, patrocinada entre otras, por una cadena como la Sexta, tan versada en desacreditar al gobierno cubano o al proceso revolucionario de Venezuela, retiene a un caminante y se lo lleva esposado, la democracia española registra su casa ante la atónita mirada de su familia, incautando libros, material informático y todo tipo de escritos, la democracia española lo encierra, lo interroga y se encarga de pintarle al rapero cuernos y un tridente. Esta, nuestra ruin democracia de corte hitleriano, consiente y echa la vista hacia otro lado cuando se celebra un concierto neonazi como el del pasado 12 de octubre, haciéndole únicamente mención al vergonzoso evento organizado por el partido legal Democracia Nacional, cuando un grupo de manifestantes antifascistas, todo hay que decirlo, con un par de pelotas, acudieron a chafarles a los cabecitas pelonas, bien protegido por los Mossos de d’esquadra, su glorioso día de la raza. ¿Se sabrían los agentes las canciones de los grupos que actuaban esa noche? No me sorprendería,pero en un país en el que un exfalangista puede optar a un alto cargo en el Partido Popular y la extrema derecha ocupa escaños en los ayuntamientos mientras se retiene e interroga durante horas a un joven que hace rap combativo, lo que deberíamos preguntarnos es, ¿cuándo se dará cuenta la supuesta izquierda de que sus medios informativos no son más que la corte que se encarga de señalar con el dedo y acusar de brujería a todo el que ponga en tela de juicio al sistema del que estos medios son voceros? La caza de brujas que sufren aquellos que hablan sin tapujos no la perpetra la derecha, la perpetra como siempre y sin escrúpulos de ningún tipo el maldito capital.


No obstante, cuando el sistema capitalista flaquea, como está ocurriendo hoy en día, y cada vez son más los que optan por tomar el camino de la insubordinación sin miedo a arder en su hoguera inquisidora, su armadura se endurece y sus mecanismos de defensa se tornan a menudo más agresivos de lo normal, viéndose forzado a recurrir a ignominiosos métodos represivos que para la inmensa mayoría son de lo más comunes, pero que para el resto de los que nunca hemos tenido reparo en considerarnos antisistemas, es un motivo más por el que maldecir sus miserables vidas al tiempo que les agradecemos que al intentar callarnos, nos den más voz.



- Kevin Laden -

sábado, 3 de septiembre de 2011

LAS FIESTAS DE MI PUEBLO


Comienzan las fiestas patronales de mi pueblo, en las que como cada año, abogamos sobre todo por la cultura y la diversión para todos los públicos, respetando las tradiciones por encima de cualquier otra cosa. El primer día, como ya es atávica costumbre, damos por inaugurada la semana de festejos lanzando una vaquilla desde lo alto del campanario, para después rematarla atravesándola con una lanza hasta dar por ratificada su muerte, todo esto acompañado de música y pólvora para amenizar el acto. El segundo y tercer día se celebran los tradicionales encierros al agua, que consisten en una carrera de dos kilómetros en la que se sueltan quince morlacos y cinco mansos, culminando el recorrido en la zona portuaria, donde los animales caen al agua y se les da muerte a tiro de escopeta, todo muy limpio y rápido. Por las noches se dan lugar los toros embolados, que con dos bolas de fuego en las astas, son amarrados de los cuernos y arrastrados por todo el recinto mientras los mozos les lanzan dardos con cerbatanas a ritmo del mejor repertorio de sevillanas y pasodobles. Es el cuarto día cuando se prepara en la plaza del ayuntamiento una paella gigante con la carne de los animales sacrificados, en la que es costumbre disputarse a empujones y codazos los mejores y más suculentos pedazos de carne, éste es el día en que más se siente la unidad y la armonía entre los vecinos. A los cinco días se dan lugar a las becerradas, con el fin de que a los más jóvenes también se les permita participar en el noble arte de la lidia, toreando a becerros de muy corta edad, para que de este modo los chavales aprendan a estocar y clavar banderillas como es debido, disfrutando de paso de un espectáculo de lo más apropiado para niños y adolescentes, estos últimos algo bebidos, pero siempre actuando con responsabilidad a la hora de ejercer su tarea. Los dos últimos días concluyen con una suelta de vaquillas por todo el pueblo sin ningún tipo de barrera que limite el recorrido, sueltas en las que cada año mueren decenas de ancianas al verse sorprendidas por los animales cuando sacan las sillitas a la calle.



Aunque no todo es motivo de celebración durante esa semana de festejos, ya que algunos desaprensivos se han dedicado últimamente a tachar de salvajes truculencias nuestras lúdicas actividades, reclamando la prohibición de las mismas. Gentes sin oficio ni beneficio que no tienen nada mejor que hacer que defender a unos animales, que al contrario de nosotros, carecen de un alma y por tanto no son más que criaturas que el Señor ha puesto sobre la tierra para regocijo de los más cristianos y civilizados hombres, criaturas que gracias a su metabolismo y su fuerte constitución, no sienten sino un leve cosquilleo cuando su piel es atravesada por nuestros simpáticos mozos. Lo que pasa es que la sangre es muy escandalosa.

- Kevin Laden -

miércoles, 27 de julio de 2011

LA BUENA DICHA DE CAMPS


Parece que se hayan abierto las puertas del cielo con la dimisión del Presidente de la Generalitat, como si fuese el mismo Carlos Arias Navarro en persona quien hubiese anunciado la muerte del Generalísimo entre sollozos otra vez, como si nos hubieran quitado un gran peso de encima, en definitiva, como si se hubiera hecho justicia. ¿Será que estamos tan quemados por el sol que a estas alturas una ligera brisa nos parece la gloria? El caso es que por lo visto, estamos tan condicionados a que imperen la decadencia y el pillaje y se nos haga creer que no existe alternativa a esta manera de hacer política, que celebramos el ostracismo obligatorio de un chorizo aún a sabiendas de que no hemos sido nosotros quienes lo han forzado a dimitir, como debería haber sido, si no los intereses de su propio partido y del que será, le pese a quien le pese, el próximo presidente del gobierno.

Aquello de que nunca es tarde si la dicha es buena no es más que una falacia que nos hemos visto forzados a tragarnos sin masticar, con una sonrisa en la boca y el babero en el cuello para no mancharnos. La dicha es buena, pero no para quienes han visto con tan buenos ojos la noticia, que parece haber sentado como un soplo de aire fresco. La dicha es buena para el exPresident y su partido, ese que dice retirarse por su propia voluntad para no perjudicar al Partido Popular y al candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, ese que declara su inocencia con cínica sonrisa, que dice ser víctima de un sistema brutal y se asegura un mártir. La dicha es buena para esos valencianos de traca y peineta que acuden religiosamente a las urnas cada cuatro años para preservar el régimen barberista que en su ciudad prepondera, es buena para esa España palurda cuyo planteamiento consiste en consentir que los políticos de su país sean corruptos alegando que “ellos harían lo mismo” y que ve una injusticia en la acusación a Camps porque “a todos nos han hecho regalos alguna vez”.

Y si crees que no sólo es demasiado tarde, sino que además no hay ningún motivo por el que celebrar nada en absoluto, si para ti resulta obvio que Alberto Fabra no será más que un pelele con una mano metida por el culo y si lo que quieres es ver al “Molt Honorable” bajo un sistema que lo meta entre rejas en lugar de verlo ocupando de nuevo un cargo en 2012 o dirigiendo una empresa, entonces la dicha para ti tampoco es buena.

- Kevin Laden -

lunes, 6 de junio de 2011

15-M: LA REVOLUCIÓN PASIVA, EL PACIFISMO AUTORITARIO Y LA “IDEOLOFOBIA” (O de cómo hacer una revolución sin molestar a los vecinos)



El día 14 de mayo ya estaba eufórico, con los dedos al rojo vivo ardiendo en deseos de escribir un texto arengando a las masas ante la inminente revolución que se avecinaba en todo el estado español, creyéndome el mismísimo Che Guevara dando un discurso en la ONU para recordarle a la gente una vez más lo necesario que era un levantamiento del pueblo. Tan ingenuo fui que comencé a preparar lo que después resultó ser el artículo más optimista que había salido de mi teclado desde que me dio por desahogarme con él en vez de con un fusil de asalto, artículo de cuyo título, por algo que hoy siento y que debe de ser eso que muchos llaman vergüenza, prefiero no acordarme. Tras la manifestación del 15 de mayo en Castellón, que partió desde la hoy asentada plaza Mª Agustina – o la que emulando a los valencianos, se ha rebautizado simbólicamente como “plaza 15 de mayo” – mi efusividad se fue extinguiendo poco a poco, lo que había empezado siendo una llamarada que me abrasaba por dentro quedó en un leve chispazo que mantenía viva la esperanza de que algo pudiera surgir de todo esto. Esta llama sigue viva, pero ya apenas alumbra.

LO LLAMAN REBELDÍA Y NO LO ES
Para hacer una reflexión sobre el movimiento del 15-M, habiendo sido ya prudente  y esperado a que los acontecimientos fluyeran hasta ver los resultados, no puedo evitar plantearla desde mi experiencia personal en la acampada de Castellón, ya que no puedo mentar al resto sin haber estado en ellas. En un principio me sorprendió ver cómo gente a la que jamás había visto en una movilización de este tipo, encabezaban las manifestaciones sosteniendo las pancartas o megáfono en mano proclamando consignas, lo cual más que disgustarme, me resultó cuanto menos, interesante, pues se estaban removiendo conciencias, el pueblo se desperezaba y se quitaba las legañas, o al menos así lo vi en aquél momento. Pero de la ilusión fui pasando al desencanto en tan solo un par de días, escuchando alucinado cómo las voces más subversivas eran acalladas por una aplastante mayoría de ultracorrectos exaltados, echando por tierra cualquier decisión que conllevase atisbo alguno de rebeldía, aunque ésta hubiera sido previamente aprobada en asamblea. Por éste motivo, muchos compañeros que llevan años en la lucha anticapitalista, tomaron la respetable decisión de desentenderse del movimiento a los pocos días, yo por el contrario y después de dar muchas vueltas a la plaza, aturdido, confuso y desorientado entre tanta mano alzada, aplausos y frases de Gandhi, decidí seguir husmeando hasta dar con un hueco desde el que aportar mi punto de vista crítico y dar rienda suelta a mi espíritu combativo, y así fue como me uní a la gloriosa comisión de Activismo, comisión que desde su nacimiento se encontraba destinada a convertirse tarde o temprano en un rebaño de ovejas negras para lo “indignaos”,  un grupo de terroristas que desde la sombra urde maquiavélicos planes para quemar coches y volar edificios. Y es que si hay un sentimiento que ha sido palpable durante estas semanas, es el miedo,  el temor colectivo a que las ideologías se muestren abiertamente, el recelo general a posicionarse y la desconfianza de muchos ante cualquier tentativa de acción organizada, miedo por parte de los mismos que actúan en todo momento dentro de la legalidad mientras se autoproclaman partícipes de una revolución. Permitidme que me ría, pero es que llevo semanas conteniendo las carcajadas cada vez que paso ante el cartel que promulga aquello de: “Spanish Revolution”, reduciendo una palabra de tan colosal significado a un campamento con flores, timbales y talleres de relajación, estos últimos para estar tranquilos si vienen los antidisturbios a molernos a palos.

IDEOLOGÍAS, VADE RETRO
A mí que se me suele tildar de dogmático día sí y día también, me pareció fenomenal durante las primeras asambleas, que la iniciativa fuese ciudadana y no se presentase teñida de ningún color político, algo que en medio de una campaña electoral no hubiese ido a buen puerto, pero esto se ha confundido con el disparatado concepto de que hay que rechazar cualquier tipo de ideología huyendo de todo intento por parte de los medios de meter a los acampados en el oscuro y raído saco de la izquierda, no vayan a decir que somos comunistas, ¡Jesús! La despolitización total del estático movimiento 15-M ha traído consigo una serie de contradicciones que han atentado incluso contra la libertad de expresión de muchos de los que estamos implicados y seguimos aguantando un atropello tras otro, como es el hecho de que se instara a un chaval que enarbolaba una bandera del CJC a retirarla de inmediato, mientras ha de someterse a votación si se retira o no de la mesa informativa un comunicado de Falange Española, confundiendo así del modo más ridículo política con sentido común. Esto es solamente un ejemplo de lo que yo llamo irónicamente, la “censura pacifista”, pero hay más, detalles como sustituir cualquier consigna de corte político o social por globos de colores son los que convierten su idílica revolución en un guateque que ha perdido toda credibilidad. Lejos de mi intención está desvirtuar un movimiento en el cual continúo implicado, no vayan los gurús de la benevolencia a acusarme de hacer contrarrevolución, lo único que pretendo es reflexionar, aunque muchos se ofendan, acerca de por qué pienso que todo este tinglado se dirige a toda velocidad y sin frenos contra un muro de hormigón, y sobre el peligro de que la cosa degenere en algo muchísimo peor, si no es que cae sencillamente en el olvido como las movilizaciones de transportistas o la huelga general.



Es bastante probable que haya gente que ya esté convulsionando si ha llegado a leer hasta aquí, que se conjuren contra mí acusándome de querer falsear esta iniciativa tan bonita, - tan bonita como un anuncio de Ausonia - pero aunque haya decidido subirme a este barco, sepan que mi lucha dista mucho de su idea de formar parte del mobiliario de la plaza y está muy lejos de su sospechoso “ni de derechas ni de izquierdas”, que una revolución por pacífica que sea, no es viable si ni tan siquiera resulta una molestia para los poderosos hacia quienes va dirigida, que no se puede pretender cambiar las leyes si se continúan cumpliendo al pie de la letra y que pretendo seguir siendo un grano en el culo de los pacifistas hasta que el 15-M empiece a parecerse más a las revueltas de los pueblos egipcio y griego y menos a una tarde en el festival de Woodstock.

Para acabar, sólo una frasecita de las clásicas: “Ni tan violento como creen, ni tan pacífico como desean”.

- Kevin Laden -

jueves, 28 de abril de 2011

SIN MANCHARSE LAS MANOS


Del modo más rastrero se acusaba a Patricia Heras Méndez, junto con varios compañeros, de haber dejado inválido a un guardia urbano durante el desalojo de una fiesta en 2006. Tras un irregular proceso  lleno de trampas y falsas acusaciones, la Audiencia de Barcelona le impuso una sentencia de tres años de cárcel que empezó a cumplir en octubre del año pasado, pero ella se declaró con vehemencia inocente hasta el último momento. Al igual que el resto de los acusados, Patricia también fue víctima de agresiones durante su estancia en los calabozos la noche de los hechos, además de soportar más de tres años de irregularidades judiciales con el consentimiento del entonces alcalde barcellonés Joan Clos y el concejal de seguridad y actual alcalde, Jordi Hereu.

El pasado martes 26 de abril, la chica que tenía 36 años y que en la actualidad cumplía una condena de sección abierta que la obligaba a dormir todos los días en prisión, decidió quitarse la vida en su domicilio, con tal de no regresar a la cárcel de Wad-Ras, en la que estaba interna. Tan sólo el Periódico de Cataluña ha mencionado lo ocurrido, en el resto de medios de comunicación oficiales se hace el silencio, como de costumbre, mutismo cómplice de un crimen indirecto cometido por un sistema judicial despreciable, la confabulación de un ayuntamiento y un vergonzoso montaje policial que fue en su momento denunciado por Amnistía Internacional. Estaban ansiosos de venganza y sin duda la han conseguido, han arruinado la vida de una joven hasta tal extremo que la han obligado a arrancársela de cuajo, saben que son los responsables de la muerte de una persona inocente, que ni siquiera se encontraba en el lugar donde sucedieron los altercados, - como ella misma aseguraba en una entrada de su blog - y que aún así pagó con creces por un delito que jamás cometió. Hoy continúan entre rejas por el mismo caso: Juan Pintos, Álex Cisterna y Rodrigo Lanza, que como ella, todavía no han tenido un juicio justo.

Bajo el consentimiento del estado y su brazo armado, los mismos que dan lecciones de democracia a otros países, proporcionan asilo a supuestos presos políticos y presumen de una ejemplar imparcialidad, han vuelto a cometer un homicidio sin huellas y sin marcas, han asesinado a Patricia sin mancharse las manos de sangre ni gastar una sola gota de tinta. ¡Otra injusticia que no olvidamos! 



- Kevin Laden -

jueves, 14 de abril de 2011

LA REPÚBLICA ESPAÑOLA, LEJOS DE LO ESPAÑOL


Hoy es un día muy especial, y  debería serlo por muchísimos motivos para todos los sectores del estado que rehúsan a un monarca que no representa más que la continuidad de la cruenta dictadura que asoló este país y de la que todavía hoy quedan huellas. Una fecha desconocida por muchos e ignorada por otros tantos, que jamás se ha marcado en rojo en ningún calendario y que nunca se ha conmemorado como es debido. Se cumplen 80 años del mayor proceso democrático que se haya acontecido en este país, casi un siglo y no existe prácticamente persona viva que sepa lo que se sentía al escoger con su voto a un jefe de estado. Me veo entre comillas obligado a escribir este breve artículo con el que no pretendo desacreditar a nadie salvo a la pesada corona que llevamos sobre nuestras espaldas, la cual es un lastre del que nos debemos deshacer cuanto antes, no obstante, mis palabras también van dirigidas a aquellos que rechazan la República por aquello de “española”.

Dice la izquierda independentista, a la que siempre he admirado por su coherencia y formas de lucha y con la que comparto un 90% del ideario, que la República Española es un proyecto ajeno al suyo, por el que no merece la pena levantarse, ya que continúa representando un estado español. ¿Pero tiene algo que ver esa utopía con el modelo de nación que tenemos ahora mismo instaurado? Quienes ondeamos hoy la bandera tricolor por las calles de nuestras ciudades deberíamos preguntarnos qué clase de república es la que queremos conseguir y no pensar que la lograremos solamente cuando el trasero real se despegue del trono. La idea de que se derrame sangre azul mientras ruedan cabezas no deja de ser atractiva, aunque ser optimistas no está reñido con ser realistas y reflexivos. Más allá de esa preciosa franja violeta y de las grandiosas notas del Himno de Riego, hay todo un sistema que, dándose el caso de que esa anhelada revuelta popular tuviese lugar, debería ser reformado y hemos de tenerlo bien claro si queremos que el sueño  se convierta al fin en realidad. En mi humilde opinión, una República como cualquier revolución, constituiría tal cambio que habría que plantearse seria y detenidamente el modelo de estado que el pueblo desea, pues en este caso el jaque al rey sería sólo el primer movimiento de una compleja partida.

Distan mucho las circunstancias de nuestros tiempos con las de hace ocho décadas, pero hay una obligación moral que nos insta a rendir homenaje a aquellos que trataron de evitar que las cunetas de nuestras carreteras se llenasen de huesos sin nombre ni apellidos, un deber que está muy por encima de nacionalismos.  Porque a los que pedimos una Tercera República también nos repele todo lo que huele a españolismo, también aborrecemos la bandera roja y gualda, también creemos en la autodeterminación y en el derecho a decidir de los pueblos, tampoco queremos ser españoles y nuestro concepto de patria es muy distinto del que se tiene desde la derecha y sus ideas caducas, su fanatismo religioso y sus himnos genocidas.  Hoy salimos a la calle con ánimo, esperanza, fe y compromiso, contra una España en la que el fascismo tiene todavía preferencia, por un estado nuevo, laico, democrático y sin un Felipe VI asentado en la vieja poltrona. Seguimos firmemente convencidos de que a la tercera va la vencida, por eso hoy gritamos para que nuestra voz llegue a todas partes: ¡Venceremos!

Amb tot el meu afecte, als companys Aimar i Helena.

- Kevin Laden -

miércoles, 23 de febrero de 2011

SENSE SENYAL

Traducción aquí.

Qui anava a dir-nos quan érem petits i ens passàvem hores i hores veient els dibuixos animats, que un dia tots aquells entranyables personatges estarien prohibits i en el seu lloc veuríem un taxatiu rètol a la pantalla que resés: "sense senyal". Quan encara desconeixíem el ruin funcionament de la classe que tant avui com ahir ens ha dominat i nostra infantil innocència no ens deixava veure més enllà dels cridaners colors que projectaven els tubs catòdics dels nostres televisors. Quan la democràcia ja era més que perpètua, i la transició espanyola figurava en els llibres d'història com un dels episodis més rellevants de la història d'aquest país. Ningú ens havia parlat encara dels foscos temps que precedien a tan plàcides dates i en les quals la censura estava a l'ordre del dia, les lleis s'imposaven amb mà de ferro i els valors els regia el propi estat, liquidant a trets qualsevol forma de viure que no combregués amb la imposada, passant amb les seves botes per damunt d'idiomes, costums i cultura.



Avui som coneixedors de tot el que hi ha darrere d'aquesta broma pesada que ens volen fer passar per democràcia, i el bloqueig de Tv3, la televisió pública catalana que des de fa 28 anys s'emet al País Valencià, ha posat una vegada més de relleu el malaltís afany que té el govern de la Generalitat per cobrir amb mètodes repressius els seus escàndols i draps més bruts.
  Acció Cultural del País Valencià, una associació que entre altres coses, s'encarregava de portar l'emissió de la cadena al territori valencià, s'ha vist obligada a desactivar els últims tres repetidors que continuaven en funcionament a causa de les multes amb les quals la Conselleria de Justícia venia assetjant al col·lectiu, havent rebut amenaces de noves sancions i fins i tot de l'embargament de tots els seus comptes i béns materials. Segons el govern valencià, Acció Cultural porta proporcionant senyal de manera il·legal durant tots aquests anys, i des de 2007 han estat intentant clausurar els repetidors mitjançant multes i tribunals. El tall de la cadena ha provocat nombroses protestes al voltant de tota la regió, ja que el poble ho ha considerat tant una mesura anticonstitucional, com un gravíssim atemptat contra la llibertat d'expressió. I és que avui dia, amb l'invent de la TDT, l'usuari pot gaudir d'una àmplia proposta de nous canals de televisió, entre els quals s'inclouen cadenes privades que ofereixen simpàtics debats de caràcter cavernari, preconstitucional i en moltes ocasions obertament feixista, en canvi, ser espectador d'una televisió pública que veuen milers de persones al dia, és un dret sobre el qual els màxims dirigents tenen la seva inflexible i severa mà rectora. La mateixa mà que va desallotjar el barri del Cabanyal a cop de porra i fa oïdes sordes a aquells que reclamen la Llei de Dependència, la mateixa que s'allarga i accepta regals d'empresaris corruptes, que ovaciona i aplaudeix als actes franquistes i no dubta a tapar la boca de qui intenti contradir-la.



Així les gasta el PP de València, ells assenyalen el seu objectiu, les respectives autoritats s'encarreguen de fer-ho trossos i mentre Canal 9 aboca el seu particular fanguer de mentides, aquesta colla de “pandilleros” contínua jugant a cimentar el seu imperi siga per les bones o siga per les dolentes, ja que formen una peça clau per a la classe dominant d'un país democràtic on es clausuren periòdics, es tanca a persones a la presó per delictes d'opinió, s'il·legalitzen partits i es modifiquen les lleis segons a ells els convinga.
Dramàtica situació per a un estat que presumeix dels seus 30 anys de presumpta llibertat mentre que priva als seus ciutadans de drets tan legítims com és el fet de poder veure una cadena de televisió pública sense cap tipus de censura. Per això avui hem de mostrar la nostra repulsa més vehement cap a aquestes accions que amb total impunitat coarten al ciutadà sota la permissiva mirada de les lleis que ens imposen.

- Kevin Laden -

lunes, 17 de enero de 2011

LAS CORTINAS DE HUMO, EL PAÍS CENICERO Y LOS INTOCABLES DE LEIRE PAJÍN


Ya nos han tocado la fibra que no nos tenían que tocar, ahora sí que sí, nos han jodido pero bien estos de arriba, pase lo de nuestros sueldos, pase lo de nuestro empleo o lo de nuestra jubilación, pero nuestra barrita de cáncer después del café es a todas luces sagrada y ha de ser intangible. Malditos dictadores sin escrúpulos, execrables abusones de diabólico semblante que esta vez sí nos han dado una razón de peso para detestarlos, nos han impuesto una absurda ley que resulta de lo más injusta y sólo conlleva problemas para el ciudadano o el pequeño empresario e ingentes beneficios para la clase dominante, por eso mismo nos hemos decidido al fin a salir de una vez a la calle, sí, pero a fumarnos un pitillo, que dentro no se puede.

El chiste es malo de cojones, más bien rebuscado, pero a esto es a lo que llamo yo una cortina de humo pero sin humo, ¿lo pillan? Pues no me peguen, que con el síndrome de abstinencia la irritabilidad de la gente asciende a niveles inimaginables, hasta el punto de que ya se oyen por la televisión o la radio términos que no escuchábamos desde hace una década, como insumisión. Los hosteleros vaticinan su inminente ruina y cabreados, ya se están organizando, los clientes, tan comprometidos como adictos a la nicotina, se solidarizan uniéndose a su noble causa, la indignación y el descontento pueden palparse en el ambiente. ¿Qué será lo próximo? Se preguntan resentidos, como si no fuera ya suficiente con todo lo que llevamos detrás, pues todos estamos de acuerdo en que quienes hoy nos gobiernan son unos ineptos más propensos a la chapuza que al acierto, pero parece que nuestro vicio favorito era lo último que podían arrebatarnos de las manos y salimos a la calle en plan William Wallace pero en vez de ir a lomos de un caballo, llevamos a cuestas nosotros el mono mientras gritamos a viva voz que podrán quitarnos el pan de la boca, pero jamás nos quitarán el cigarrillo, ¡hostia puta ya!



Está dando para mucho el tema, para insultos a diestro y siniestro en el Gato al Agua o para infumables (no es un chascarrillo) monólogos de Buenafuente, todo el mundo se siente coartado, la libertad individual se ha visto una vez más restringida y lo malo es que a quienes protestan, que son los mismos que hace un mes se conjuraban contra los controladores aéreos o el 29 de septiembre se quedaron fumando en la barra de un bar (esto sí lo es), tampoco es que les falte razón. ¿Pero acaso los más jóvenes no seguimos bebiendo en la calle a pesar de que nos lo prohibieran terminantemente hace años? Recapacitemos, el berrinche pasará al igual que pasaron otros muchos que nos mantuvieron parcialmente calmados mientras practicaban con nosotros sodomías más que brutales sin que emitiéramos la más mínima queja. El caso es tener de qué hablar cuando la cosa va mal, y como la cosa siempre va mal, nos viene una detrás de otra y siempre tendremos tema de conversación cuando nos tomemos una cerveza con los colegas, pero nunca tan grave como para dejarla sobre la mesa y salir a la calle a quemar barricadas. A lo mejor hasta nos viene bien a nosotros, ya que los franceses, por ejemplo, llevan  sin poder encenderse un cigarrillo en espacios públicos desde principios de 2008, los italianos llevan nada más y nada menos que seis años sin poder hacerlo y los británicos cuatro. Sin embargo en estos países se levantan inmensas columnas de humo que provienen de las más importantes ciudades, Europa arde y a nosotros nos llegan las cenizas, los estudiantes ingleses presentan batalla ante las universidades, el mayo francés parece revivir por momentos en las calles de París y los italianos ponen en jaque a las autoridades día sí  y día también. En cambio España, en lugar de huelgas generales suma ediciones de Gran Hermano  y Fama, Belén Esteban ocupa toda nuestra atención y el tabaco se convierte en uno de nuestros más innegables derechos.



Dirán algunos que últimamente no hago más que cargar contra la gente de a pie, pues sí, porque somos nosotros los principales responsables de evitar que se nos siga ignorando, ya que desde el sofá, el individuo se torna invisible y es más fácil no tenerlo en cuenta, además de que tampoco creo necesario decir lo que ya se ha repetido hasta la saciedad, ya se sabe que no hay ley de la cual no obtengan beneficios la clase política y las grandes empresas. Lo de velar por la seguridad del ciudadano queda muy bien en esas truculentas campañas televisivas que nos muestran los estragos de las drogas, los efectos de la nicotina o los cráneos abiertos contra un parabrisas, pero al final nosotros acabamos con las neuronas, los pulmones y la sesera intactos y ellos con la cartera y los bolsillos un poquito más abultados. Por eso la nueva ley se ha convertido en una ridícula historia de espías y delatores al más puro estilo de Chicago en los años 20 en la que la ministra de sanidad Leire Pajín interpreta a la perfección el papel de Eliot Ness, defendiendo a ultranza su particular ley seca mientras insta a los ciudadanos a denunciarse unos a otros, pero eso es otra historia y no seré yo quien la escriba.

- Kevin Laden -
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