Por todos es ya conocida la barbarie perpetrada a sangre fría por el ejército israelí, además de la evidente desigualdad de condiciones que presenta el conflicto Israel-Palestina. Pues bien, no solamente energúmenos de la talla de Aznar han defendido a Israel alegando que “el reciente "incidente" ocurrido por los activistas "anti israelíes" en el Mediterráneo resulta una buena causa impopular que defender". No solamente la comunidad internacional, respaldada por el silencio de occidente, ha menospreciado a los nueve muertos restándole importancia al ataque. Mis amigos de Intereconomía, en su panfleto “liberal” llamado La Gaceta, en un artículo titulado cínicamente “La flotilla vencible”, se dice que “Antes de saberse qué ocurrió en realidad durante el asalto israelí a la llamada “flotilla de la libertad”, ya estaba lista la condena a Israel. La propaganda del grupo radical que la inspiraba junto con la demagogia de Hamás en Gaza ya habían puesto los cimientos públicos de lo que se veía venir: Israel usaba la fuerza desproporcionada e ilegalmente para detener la ayuda humanitaria a los pobres palestinos que sufren la opresión día a día, estoicamente, en la Franja de Gaza. Poco importa que todo fuese una sarta de falsedades (…) Se ha dicho que el bloqueo naval de la Franja de Gaza es ilegal. Falso. El bloqueo es un instrumento reconocido en la práctica internacional y a disposición de cualquier nación. Los Estados Unidos lo emplearon sobre Cuba en 1962 a fin de evitar que llegaran a la isla más componentes de misiles nucleares de la URSS”.
Lo más increíble y deleznable no es esto solamente, en el citado artículo, del cual adjunto bajo el enlace para que puedan disfrutarlo mis queridos lectores tanto como disfrutan este blog y su apología al terrorismo, lo detestable viene cuando el autor de las líneas pone en duda el espantoso estado en el que se encuentra la población de Gaza, asegurando que Israel proporciona por vía marítima muchísima más ayuda humanitaria de la que podía aportar la flota, la misma flota que fue víctima de los ataques de ese estado tan generoso. “Hace una semana, se estrenó la primera gran piscina olímpica en la Franja, algo que no todas las ciudades en Israel disfrutan. Eso sí, con estricta separación de sexos, controlada por Hamás y la imposición del burkini monocolor a las mujeres”. Seguro que sí, la construirían justo al lado del hotel de 15 plantas con vistas al mar, perfecto para aquellos que hayan perdido sus casas gracias a los últimos misiles que con tanta generosidad les lanzaron desde Tel Aviv, una siesta en la suite de lujo y luego unos largos en la piscina olímpica, para refrescar de paso las quemaduras producidas por el fósforo blanco. Estos palestinos se quejan de vicio. Por último y como colofón final, Rafael L. Bardají, que así se llama el autor, miembro de las FAES, por cierto, compara el asalto a la flotilla con la Marcha Verde, de lo más inteligente. Y ahora si me disculpan, he de ir al lavabo a vomitar.
Aquí el articulo.
PD: He creado una etiqueta solo para Intereconomía, pues no creo que sea la última vez que se hable de ellos en este blog.
- Kevin Laden -
Oye, podríamos comprar billetes, dormir en ese hotel y bañarnos en esa piscina, seguro que se apunta muuuucha gente xD
ResponderEliminarNo, ahora en serio, lo que de verdad me gustaría es ir allí, y hacer fotografías del pueblo palestino para enviárselas a Intercochinomía.