La última de la Sexta, uno de los medios de línea más progresista de todo el país, ha sido la de presentarse ante los espectadores como víctimas de un veto por parte del gobierno de Hugo Chávez, al no permitírsele la entrada al equipo del programa Salvados, presentado por el humorista Jordi Évole, “El Follonero”. La historia es la siguiente: Embajada le dice a producción que no necesitan ningún tipo de acreditación para entrar en el país, tienen pista libre. Producción prepara programa, pasan unos meses, producción hace las maletas, Venezuela investiga programación de la Sexta, a Venezuela no le hace ni puta gracia, embajada cambia de idea, producción necesita un visado especial, Follonero hace un chiste, todos aplauden.
Y es que tanto Mediapro como el grupo PRISA, son partícipes de una campaña de desprestigio contra lo que ellos llaman “el régimen de Chávez”, a la que ni siquiera los medios más conservadores han logrado superar. Maquillándolo con toques de humor, se han encargado de distorsionar la imagen del presidente venezolano y su proceso revolucionario, acusándolo de autoritario dictador e incluso de haberse hecho con el control de la televisión para manipular la información, justo lo que mejor se nos da en este país. Son los mismos que se sumaron al linchamiento mediático de Willy Toledo, coincidiendo con la ideología dominante que reprodujeron las televisiones de carácter más retrógrado, están contando ahora un cuento con muy poca credibilidad, enfocado a reforzar lo que ya venían haciendo hace tiempo, demonizar el socialismo venezolano, ridiculizando a su líder con muy pocos argumentos. No olvidemos que el programa Salvados ya estuvo en Venezuela durante las elecciones de 2008, introduciéndose en el Palacio de Miraflores, donde un encargado de seguridad increpó al humorista por haberse puesto a vocear uno de sus chascarrillos, interrumpiendo la ceremonia de bienvenida al presidente brasileño Lula da Silva.
Tengo que decir que no me desagrada el programa en cuestión, así como Andreu Buenafuente se me atraganta irremediablemente, no puedo decir lo mismo de los reportajes de Salvados, sean donde sean, no los encuentro de mal gusto a pesar de esa detestable ambigüedad ideológica de su cadena, propiedad, en parte, de un marxista millonario. Por eso le sugiero a la realización algunos reportajes de los que pueden sacar muchísimo jugo. ¿Qué tal una visita al pueblo de Honduras? Un paseo por las calles de este país ocupado por los golpistas, denunciando ante las cámaras el asesinato de más de un centenar de periodistas de izquierdas. ¿Miedo? Normal, pero allí sí que podrían decir aquello de “falta de libertad de prensa” sin caer en la demagogia que les caracteriza. ¿Y Colombia? Hay mucho que analizar en Colombia y su gobierno, que no duda en bombardear un poblado si hace falta. Aunque para reportaje con chicha, el que harían en la franja de Gaza, lo malo es que esto no daría para muchos chistes, ¿verdad? Pero volviendo a Venezuela, un pueblo que está cansado de – como diría Castro – mentiras y argucias, una revolución ninguneada por medio mundo, no es tan raro que, lejos de censuras y totalitarismos como se quiere hacer creer, ejerciendo un derecho más que legítimo, se defienda.
- Kevin Laden -
Venezuela dicta su mundo, y el mundo dicta a Venezuela. La razón, ni para el que lo vive dentro ni el que lo ve desde fuera... solo el poder gana cuando nadie pierde, y nadie lo frena porque mantienen una idea. Asi se queda.
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