Dese luego Josemari, qué poco saber estar, qué poca clase tiene usted, con la edad que tiene, que está usted hecho todo un tiarrón con esos abdominales y ese pelazo tan bien cuidado, y resulta que bajo esa frondosa melena de expresidente del gobierno, no hay más que prepotencia y una vergonzosa inmadurez, su ínfimo cerebro neoconservador parece que no da para más a la hora de discurrir. En el fondo usted no es más que un adolescente que juega al pádel y luce traje y corbata.
¿Qué le dijeron esos indeseables que portaban pancartas y gritaban encolerizados? ¿Asesino?, ¿Lameculos?, ¿Criminal de guerra?, no creo que esas palabras justifiquen su lamentable gesto señor Aznar, si al menos los agitados estudiantes hubieran dicho alguna mentira sobre su persona, sí que tendría motivos para enfadarse. Pero este no es el caso, y quienes tienen motivos suficientes para irritarse, para sentirse profundamente indignados, son esos alborotadores a los que usted insultó igual que si se encontrase en el patio de un colegio, bien custodiado, por supuesto, por tus guardaespaldas. Porque usted les insultó primero, haciéndoles partícipes de dos guerras de ocupación criminal que aún hoy siguen cobrándose numerosas vidas, que ellos jamás aprobaron y contra las que se manifestaron junto con otros tantos millones de hombres y mujeres que también se oponían a su política de servidumbre y peloteo. Porque usted y su amigo el cazador nonagenario les ocultaron con descaro las verdaderas consecuencias que ocasionó el hundimiento del Prestige en las costas del litoral gallego. Porque censuró movilizaciones y manipuló datos, haciéndose con el control de los medios de comunicación. Pero sobretodo porque a su espalda y en su propio territorio, hay 191 personas que perdieron su vida injustamente en Madrid, y de las que usted, señor Aznar, es uno de los responsables.
Por todo esto y más, recibió esos abucheos a la salida de su conferencia, no por rebeldía ni por mala educación, si no porque el pueblo no olvida, porque aquellos que según sus palabras “se empeñan en demostrar que no pueden vivir sin usted”, no perdonan las barbaridades que cometió durante sus trece años de gobierno. Sepa que su gesto no hace más que corroborar lo que ya nos había demostrado, que no es más que un arrogante al que le puede la soberbia, o como diría su colega Esperanza, un “hijoputa”.
- Kevin Laden -
- Kevin Laden -
Ansar, te queremos!!!!! queremos que sigas dando muestras de tu poco cerebro, de tu "magnifico" legado como ¿presidente? de este, nuestro país, queremos verte por las playas paseando el palmito, y sobretodo, te queremos lejos de aquí.
ResponderEliminarWenas!! Por fin tengo tiempo libre para pasarme por aquí. La verdad es que no me sorprendió nada ese gesto, más cuando viene de semejante individuo. Creo que la gente tiene derecho a discrepar con él y a manifestar su opinión, y él tiene que aguantar (como han hecho otros políticos) lo que le caiga, respetando las opiniones de otros.
ResponderEliminarNo tiene vergüenza ni respeto, lejos ya de que sea de derechas, es una mala persona y comparto los gritos de los manifestantes.
Saludos!!
que viva asnar pero que viva lejos,en la luna o en marte no estaría mal, salud
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