domingo, 17 de febrero de 2013
NUEVO BLOG
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Haciendo referencia a la gloriosa ciudad de Leningrado, sitiada por los nazis durante 900 días de resistencia antifascista entre 1941 y 1944, os presento "El Sitio de Kevingrado", mi nuevo blog. Esta página permanecerá abierta, pero a partir de ahora todas las publicaciones las haré en el nuevo blog.
lunes, 5 de noviembre de 2012
TRES AÑOS RECLAMANDO A DIOS EN LA AUDIENCIA NACIONAL
...Y QUERIENDO APLASTAR EL CAPITALISMO.
Porque no todos los días se cumplen tres añitos.
- Kevin Laden -
jueves, 20 de septiembre de 2012
RÉQUIEM POR LA MUERTE DE UN TRAIDOR
”El color morado de una bandera no merece otra guerra civil”.
- Santiago Carrillo -
Es imposible refutar el destacable papel histórico que jugó Santiago Carrillo dentro del movimiento comunista español, sería un grave error negar la importancia de sus años en el exilio y de su etapa como miembro y dirigente del PCE, así como su significativa pluma apaciguadora durante la transición, que supuso el entendimiento entre los asesinos de la democracia y sus ensangrentadas víctimas, a las que nadie, ni siquiera Don Santiago, preguntó si estaban dispuestas a perdonar a quienes las enterraron. Por todo esto es por lo que, quien hoy llora la muerte del histórico dirigente es, sobretodo, la oligarquía española. Si hablamos de su posición dentro del comunismo en España, podríamos decir que se dedicó a liquidarlo casi desde el principio, transformando un partido de vanguardia que fue clave para la movilización de la clase obrera, en una comunidad estéril que en nada hacía honor a sus ya mancilladas siglas, y que no pudo más que fraccionarse o seguir acatando y abrazarse a la todavía joven Europa del capital.
Entre tanto las movilizaciones en las calles enardecían el crepúsculo que había visto estallar a Carrero Blanco, sacrificar a Salvador Puich Antich, morir al dictador golpista entubado en una cama o el tiroteo indiscriminado de Atocha, y que ahora iba a ver amanecer un nuevo y modélico período democrático, nuestro Iscariote de gafas de pasta regresaba del exilio y compartía el humo de sus ducados con ratas como ManuelFraga, Felipe González o Adolfo Suárez, y se arrodillaba ante cualquiera de las condiciones que le habían sido impuestas desde el gobierno de éste último. No tardaríamos pues, en encontrarnos a un PCE recién legalizado, pero poco tenían de qué alegrarse los verdaderos comunistas, los militantes auténticos, aquellos que habían dedicado años y años a un Partido que acababa de renunciar a los fundamentos leninistas y a la república como modelos políticos, que aceptaba con gusto los colores de la bandera oficial del estado, así como las bases militares extranjeras que en él se asentarían. Según los carrillistas, Santiago “hizo lo que pudo” y no es fácil hablar de aquella época desde el desconocimiento, sin haber estado allí. Otros creemos que, más que lo que se pudo, se hizo lo que convenía a quienes iban a tener la poltrona bien calentita y con la forma ya amoldada de sus aventajados traseros.
Cierto es que Madrid resistió tres años los bombardeos de los fascistas, pero el Partido Comunista de España no pudo resistir que le desgarraran las entrañas de un modo tan ruin. Acababa de nacer una democracia llena de malformaciones, un armatoste construido sobre las tumbas de decenas de miles de hombres y mujeres que jamás se hubiesen conformado con “hacer lo que podían”, y que por eso se dejaron la vida en la batalla. Desamparados quedaron unos ancianos que ya se habían percatado de qué iba todo aquello, así como unos jóvenes que crecían y estaban empezando a creer en un ideal. Carrillo fue el proxeneta que vistió de noche y sacó a lucirse en una esquina a la esperanza de la clase trabajadora, para que la oligarquía y sus nuevos intereses la penetraran por todos sus orificios. Razón de sobra tiene hoy la clase política para agradecerle su contribución a que nada se torciera, a que todo fluyese por los cauces correctos. ¿Cómo iba a quedar todo atado y bien atado con un partido comunista férreo y con capacidad de sobra para movilizar a las masas y crear en ellas una conciencia de clase? Es imposible refutar el destacable papel histórico que jugó Santiago Carrillo dentro del movimiento comunista español, de eso no hay duda.
- Kevin Laden -
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Transición española
jueves, 8 de marzo de 2012
SIN OVARIOS NO HABRÁ REVOLUCIÓN
"Tú conoces la historia y mucho más,
y esto no te lo pueden perdonar."
- Pablo Milanés (Canción para Angela Davis) -
- Kevin Laden -
martes, 21 de febrero de 2012
NIÑOS MALOS
- Buenos días, cielo, ¿qué tal has dormido hoy?
La niña, bostezando y frotándose los ojos, le lanza a su padre una severa mirada y se sienta sin responder en la silla frente a un poco ansiado desayuno, que hoy se verá obligado a enfriarse en el plato.
- ¿No vas a darle los buenos días a tu padre? – le increpa la madre, que llega en ese momento con un vaso de leche.
- Buenos días, papá.
Hunde la cuchara en el tazón de cereales, pero parece que no tiene fuerzas para volver a levantarla, así que la observa detenidamente, circunspecta y pensativa.
- ¿Te ocurre algo, mi vida? – el padre deja el diario que estaba ojeando y mira a su hija, que parece no estar de buen humor. - ¿No has dormido bien esta noche?
- Ayer vi por la tele lo que pasó en el cole ése al que fuisteis – sus grandes ojos comienzan a humedecerse mientras escrutan a su padre – les pegasteis a unos niños más mayores que yo cuando salían de su clase, ¿por qué?
El padre y la madre se cruzan una mirada helada. Estupefactos, tratan ambos de articular una palabra, un conato de frase que desvíe tan espinoso asunto, pero la hija continúa con su consulta:
- ¿Qué hicieron esos niños para que les pegarais así?
- No se estaban portando bien, cielo, cortaron la calle e impidieron a la gente circular.
- ¿Y por eso le hicisteis sangre en la cabeza a una niña?
- Eso fue un accidente, amor.
- Pues en la tele no parecía un accidente, le pegaron a propósito y con mucha fuerza, ¿fuiste tú?
- No, no fui yo, amor mío.
- Pero estabas allí, ¿no?
- Estaba allí, pero yo no le pegué a esa niña, debió ser un compañero, que con la confusión golpeó sin querer a esa chica.
- ¿Y a los otros niños que arrastrabais por el suelo?
- Ya te lo he dicho, cielo, se estaban portando mal, estaban impidiendo el paso a la gente y los teníamos que echar.
La niña levanta la cuchara y la inspecciona con el ceño fruncido, tras unos segundos, comienza a negar con la cabeza, mostrando un gesto reflexivo.
- En mi cole dicen que esos niños no estaban haciendo nada malo, que vosotros fuisteis a provocarles, y que sólo estaban pidiendo que les den dinero para una estufa porque en su clase hace mucho frío, igual que en la mía. ¿Qué tiene eso de malo?
-Cariño, no has comido nada y vas a llegar tarde a clase.
- No tengo hambre.
- Anda, sé buena y tómate al menos la leche.
- Y si no soy buena, ¿me pegarás como a la niña de ayer?
- No digas tonterías, mi vida, ¿cómo te voy yo a pegar? Haz el favor de comer y coger fuerzas, que seguro que no has dormido nada esta noche.
Ésta le clava los ojos a su padre y tarda unos segundos en responder:
- ¿Y tú, papá?, ¿has dormido bien esta noche?
- Kevin Laden -
La niña, bostezando y frotándose los ojos, le lanza a su padre una severa mirada y se sienta sin responder en la silla frente a un poco ansiado desayuno, que hoy se verá obligado a enfriarse en el plato.
- ¿No vas a darle los buenos días a tu padre? – le increpa la madre, que llega en ese momento con un vaso de leche.
- Buenos días, papá.
Hunde la cuchara en el tazón de cereales, pero parece que no tiene fuerzas para volver a levantarla, así que la observa detenidamente, circunspecta y pensativa.
- ¿Te ocurre algo, mi vida? – el padre deja el diario que estaba ojeando y mira a su hija, que parece no estar de buen humor. - ¿No has dormido bien esta noche?
- Ayer vi por la tele lo que pasó en el cole ése al que fuisteis – sus grandes ojos comienzan a humedecerse mientras escrutan a su padre – les pegasteis a unos niños más mayores que yo cuando salían de su clase, ¿por qué?
El padre y la madre se cruzan una mirada helada. Estupefactos, tratan ambos de articular una palabra, un conato de frase que desvíe tan espinoso asunto, pero la hija continúa con su consulta:
- ¿Qué hicieron esos niños para que les pegarais así?
- No se estaban portando bien, cielo, cortaron la calle e impidieron a la gente circular.
- ¿Y por eso le hicisteis sangre en la cabeza a una niña?
- Eso fue un accidente, amor.
- Pues en la tele no parecía un accidente, le pegaron a propósito y con mucha fuerza, ¿fuiste tú?
- No, no fui yo, amor mío.
- Pero estabas allí, ¿no?
- Estaba allí, pero yo no le pegué a esa niña, debió ser un compañero, que con la confusión golpeó sin querer a esa chica.
- ¿Y a los otros niños que arrastrabais por el suelo?
- Ya te lo he dicho, cielo, se estaban portando mal, estaban impidiendo el paso a la gente y los teníamos que echar.
La niña levanta la cuchara y la inspecciona con el ceño fruncido, tras unos segundos, comienza a negar con la cabeza, mostrando un gesto reflexivo.
- En mi cole dicen que esos niños no estaban haciendo nada malo, que vosotros fuisteis a provocarles, y que sólo estaban pidiendo que les den dinero para una estufa porque en su clase hace mucho frío, igual que en la mía. ¿Qué tiene eso de malo?
-Cariño, no has comido nada y vas a llegar tarde a clase.
- No tengo hambre.
- Anda, sé buena y tómate al menos la leche.
- Y si no soy buena, ¿me pegarás como a la niña de ayer?
- No digas tonterías, mi vida, ¿cómo te voy yo a pegar? Haz el favor de comer y coger fuerzas, que seguro que no has dormido nada esta noche.
Ésta le clava los ojos a su padre y tarda unos segundos en responder:
- ¿Y tú, papá?, ¿has dormido bien esta noche?
- Kevin Laden -
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Brutalidad Policial
martes, 17 de enero de 2012
EL PADRE QUE NUNCA QUISIMOS TENER
"Es evidente que el glorioso alzamiento popular del 18 de julio de 1936 fue uno de los más simpáticos movimientos político-sociales de que el mundo tiene memoria. Los observadores imparciales y el historiador objetivo han de reconocer que la mayor y la mejor parte del país fue la que se alzó, el 18 de julio, contra un Gobierno ilegal y corrompido, que preparaba la más siniestra de las revoluciones rojas desde el poder".
- Manuel Fraga Iribarne -
Al fin llegó la ansiada extinción del último reptil fósil del franquismo más prehistórico, la del anciano de ininteligible pronunciación y de andares cuanto menos, curiosos, que parecía haber pactado con el diablo para no perecer nunca. Ahora sabemos que tal pacto jamás tuvo lugar. El último atisbo de brillo en los ojos de un personaje siniestro que miró al pasado y se carcajeó de él mientras firmaba la Constitución Española con la misma mano con la que tantas sentencias de muerte había firmado. El último latido de un corazón tan negro como el águila de San Juan que sirvió como soporte al escudo de la bandera preconstitucional. El último suspiro de un ser abominable que no dio respiro a aquellos que lucharon por una democracia justa y digna, una democracia, por cierto, que jamás volvimos a tener en este país desde el alzamiento militar de 1936 que éste individuo defendió a ultranza y justificó hasta el día de su muerte. Me entero del fallecimiento de Manuel Fraga antes de irme a trabajar, mirando como de costumbre la prensa en internet, consultando el correo y leyendo algunos desmanes verbales en Facebook, y lo que debiera ser una buena noticia para todos los que detestamos a los fascistas, resulta que ha acabado sabiendo más bien a poco.
Dicen de él en televisión que fue un veterano político, pero pasan de puntillas por sus 35 años al servicio de la dictadura de Francisco Franco, prefieren (como ha afirmado Rubalcaba) “quedarse con el Fraga que supo entender la necesidad de cambiar, integrarse en el sistema democrático y conseguir que con él se integrara una parte de la derecha franquista”. Por supuesto, Rubalcaba no es el único que ha preferido quedarse con el Fraga demócrata y de rostro amable, no era de recibo que medios como Telecinco o Antena 3 (a los que sólo les ha faltado llorar a moco tendido), recordaran a aquel Ministro de la Gobernación del “Carnicerito” de Málaga, que en marzo de 1976 fue partícipe del asesinato de cinco trabajadores en huelga contra el decreto de topes salariales que celebraban, junto a otros compañeros, una asamblea en la Iglesia San Francisco de Asís, en Vitoria. A aquel Ministro de Información que en 1963 presentó un dossier desprestigiando al comunista Julián Grimau tras haber ordenado su detención y posterior asesinato, con tortura y defenestre incluidos, tampoco conviene recordarlo. Las últimas ejecuciones del franquismo corrieron también de su cuenta, logrando así que el monstruo de la dictadura muriese matando, al alba, como cantó entonces Aute con voz desgarrada a ese maldito baile de muertos.
Fraga fundó el partido que hoy votan diez millones de españolitos de bien. El gallego al que todo el mundo recuerda por su baño radioactivo, quizá por efectos del mismo, mutó hasta pasar de ser un miembro plenamente activo de la dictadura, a convertirse en uno de los “padres de nuestra democracia”, adaptándose a los nuevos tiempos para poder seguir viviendo de la política en las condiciones que hicieran falta, unos lo llaman reformista, otros lo consideramos un eterno oportunista. De las seis décadas que pasó ostentando cargos en la política española, queda el eco de una frase que hoy se repite constantemente, “Fraga dedicó su vida a España”, él mismo lo dijo, y quizá es cierto que lo hizo, ya que todo lo que hizo por la dictadura hoy se lo devuelve nuestra bien querida democracia en forma de elogios, pero cuando los huesos de aquellos que no sólo dedicaron su vida, sino que se la dejaron defendiendo la libertad, se encuentran todavía desperdigados por las cunetas de todo el país, y los que sobrevivieron están falleciendo sin que nadie reconozca todavía su honrosa valentía y su incansable labor, a muchos nos avergüenza que hoy se llore a un verdugo como Iribarne, un criminal que afirmó con arrogancia que la calle era suya, que alegó con escalofriante frialdad que habría que ponderar a los partidos nacionalistas “colgándolos de algún sitio” y que, con el fervor católico que le caracterizaba, aseguró que la homosexualidad “es una anomalía”. Nos han hecho creer que la reconciliación ha sido ejemplar, que “don Manuel” supo adecuarse a una nueva era, que aprendió a convivir con la democracia preservado por el pacto de silencio que lo amnistió y logró disimular la sangre de sus manos. Si hasta lo vimos recientemente contando un chiste en un programa de humor. “Mirad la cara amable de los asesinos, reíd, pues los ejecutores y los torturadores también tienen sentido del humor, ¿es que no podéis olvidar y perdonarlos de una vez?”. Pues no, ni tan siquiera nosotros, los más jóvenes, podemos olvidar a Puig Antich ni perdonar Montejurra. La transición se permitió el lujo de perdonar por boca de quienes nunca perdonaron, de olvidar por quienes se negaron a olvidar y de equiparar a quienes atacaron con quienes se defendieron, y aquí nunca hubo paz y la gloria la acapararon los caídos por dios y por España, los sicarios de dios.
Así que ha muerto ese padre que nadie nos preguntó si queríamos tener, con loas y honores, con cristiana sepultura, recordado en televisión como “un hombre con muchos rostros”, pero somos muchos los que siempre recordaremos el único rostro que tuvo ése al que llaman hombre, el rostro de un tipo codicioso y siempre sediento de poder, un homicida cuyo pulso jamás tembló a la hora de ordenar ejecuciones y linchamientos, un prepotente y maleducado anciano que, digámoslo todo, no merecía morir así, sin juicio ni condena, sin justicia. Por eso algunos no nos alegramos de la muerte de don Manuel, porque hubiésemos preferido que la cama que lo vio irse hubiera sido la de una celda, y su sepultura, una zanja en una cuneta, como sus víctimas, como el perro que era.
- Kevin Laden -
Dicen de él en televisión que fue un veterano político, pero pasan de puntillas por sus 35 años al servicio de la dictadura de Francisco Franco, prefieren (como ha afirmado Rubalcaba) “quedarse con el Fraga que supo entender la necesidad de cambiar, integrarse en el sistema democrático y conseguir que con él se integrara una parte de la derecha franquista”. Por supuesto, Rubalcaba no es el único que ha preferido quedarse con el Fraga demócrata y de rostro amable, no era de recibo que medios como Telecinco o Antena 3 (a los que sólo les ha faltado llorar a moco tendido), recordaran a aquel Ministro de la Gobernación del “Carnicerito” de Málaga, que en marzo de 1976 fue partícipe del asesinato de cinco trabajadores en huelga contra el decreto de topes salariales que celebraban, junto a otros compañeros, una asamblea en la Iglesia San Francisco de Asís, en Vitoria. A aquel Ministro de Información que en 1963 presentó un dossier desprestigiando al comunista Julián Grimau tras haber ordenado su detención y posterior asesinato, con tortura y defenestre incluidos, tampoco conviene recordarlo. Las últimas ejecuciones del franquismo corrieron también de su cuenta, logrando así que el monstruo de la dictadura muriese matando, al alba, como cantó entonces Aute con voz desgarrada a ese maldito baile de muertos.
Fraga fundó el partido que hoy votan diez millones de españolitos de bien. El gallego al que todo el mundo recuerda por su baño radioactivo, quizá por efectos del mismo, mutó hasta pasar de ser un miembro plenamente activo de la dictadura, a convertirse en uno de los “padres de nuestra democracia”, adaptándose a los nuevos tiempos para poder seguir viviendo de la política en las condiciones que hicieran falta, unos lo llaman reformista, otros lo consideramos un eterno oportunista. De las seis décadas que pasó ostentando cargos en la política española, queda el eco de una frase que hoy se repite constantemente, “Fraga dedicó su vida a España”, él mismo lo dijo, y quizá es cierto que lo hizo, ya que todo lo que hizo por la dictadura hoy se lo devuelve nuestra bien querida democracia en forma de elogios, pero cuando los huesos de aquellos que no sólo dedicaron su vida, sino que se la dejaron defendiendo la libertad, se encuentran todavía desperdigados por las cunetas de todo el país, y los que sobrevivieron están falleciendo sin que nadie reconozca todavía su honrosa valentía y su incansable labor, a muchos nos avergüenza que hoy se llore a un verdugo como Iribarne, un criminal que afirmó con arrogancia que la calle era suya, que alegó con escalofriante frialdad que habría que ponderar a los partidos nacionalistas “colgándolos de algún sitio” y que, con el fervor católico que le caracterizaba, aseguró que la homosexualidad “es una anomalía”. Nos han hecho creer que la reconciliación ha sido ejemplar, que “don Manuel” supo adecuarse a una nueva era, que aprendió a convivir con la democracia preservado por el pacto de silencio que lo amnistió y logró disimular la sangre de sus manos. Si hasta lo vimos recientemente contando un chiste en un programa de humor. “Mirad la cara amable de los asesinos, reíd, pues los ejecutores y los torturadores también tienen sentido del humor, ¿es que no podéis olvidar y perdonarlos de una vez?”. Pues no, ni tan siquiera nosotros, los más jóvenes, podemos olvidar a Puig Antich ni perdonar Montejurra. La transición se permitió el lujo de perdonar por boca de quienes nunca perdonaron, de olvidar por quienes se negaron a olvidar y de equiparar a quienes atacaron con quienes se defendieron, y aquí nunca hubo paz y la gloria la acapararon los caídos por dios y por España, los sicarios de dios.
Así que ha muerto ese padre que nadie nos preguntó si queríamos tener, con loas y honores, con cristiana sepultura, recordado en televisión como “un hombre con muchos rostros”, pero somos muchos los que siempre recordaremos el único rostro que tuvo ése al que llaman hombre, el rostro de un tipo codicioso y siempre sediento de poder, un homicida cuyo pulso jamás tembló a la hora de ordenar ejecuciones y linchamientos, un prepotente y maleducado anciano que, digámoslo todo, no merecía morir así, sin juicio ni condena, sin justicia. Por eso algunos no nos alegramos de la muerte de don Manuel, porque hubiésemos preferido que la cama que lo vio irse hubiera sido la de una celda, y su sepultura, una zanja en una cuneta, como sus víctimas, como el perro que era.
- Kevin Laden -
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miércoles, 23 de noviembre de 2011
EL TRIUNFO DEL INÚTIL
No me sorprendió verte entre la muchedumbre, ondeando esa bandera de plástico azul con una espléndida sonrisa que iluminaba Génova de punta a punta. No me extrañó ver tu rostro aquella noche, como no me ha extrañado nunca verte aullando entre lágrimas en la cola del concierto de ese cantante que tanto te entusiasma, como tampoco me extrañan tus horrísonas carcajadas ante el televisor cuando aparece Pablo Motos, el resplandor del brillo en tu mirada cuando gana tu equipo de fútbol, ni ese afán por celebrar el triunfo ajeno que tanto te caracteriza. Supongo que todo esto no son más que síntomas, reflejos de un vacío existencial que te desmenuza las entrañas, que sentirte un fracasado durante toda tu vida te empuja a realizar actos que suplan tus carencias y alejen de ti esa dolorosa sensación de ser una criatura inservible. Necesitas sentirte útil, pensar que algo de lo que haces resulta fructífero para poder sentirte un ganador, un hombre realizado y de provecho orgulloso de su patria y de haber hecho algo por devolverla a flote. Te has pasado la existencia creyéndote el vencedor de cientos de batallas que tú jamás has librado, recogiendo las migajas que la gloria de otros ha esparcido por el suelo, para hacerte con ellas galones que luces con orgullo al día siguiente en tu trabajo o en la cola del paro, vanagloriándote mientras chapoteas en el espeso y negro charco de fango que es tu fracaso más absoluto.
Éste es el motivo por el cual no me extrañó volver a ver esa sombría expresión de felicidad, ni tampoco escuchar una vez más tus rebuznos de asno crédulo y desmemoriado que olvida a los muertos de Irak y al acento de Texas, a los trajes, los billetes de lotería y a los barcos de los narcos, que cree que una nueva cara que gestione esta farsa es la mejor de las enmiendas, que habla horrores de los anti-sistemas e ignora lo peligrosos que resultan los pro-sistemas como él, esos a quienes Bertolt Brecht calificaba de analfabetos políticos, esas inmensas mayorías absolutas que mantienen ciega confianza en quienes sólo favorecen a una minoría entre la que ellos jamás se encontrarán. Pero hoy respiras aliviado y lo haces, más que por el hecho de pensar que algo va a solucionarse, por sentirte partícipe de esa victoria que ni es tuya, ni lo será jamás, por haber metido un rectángulo de papel dentro de un sobre, que sumado a otros más de diez millones de rectángulos de papel metidos dentro de otros más de diez millones de sobres, que a su vez se suman a otros más de seis millones de supuestos antagonistas tuyos, han perpetuado este sistema del que tan orgulloso te sientes. Pero ya te arrepentirás cuando te des cuenta de que no has ganado nada, de que no tenías absolutamente nada que celebrar aquel día, que nada de lo que hiciste tuvo la mínima utilidad y que lo único de provecho que puedes hacer, es sentarte a ver la tele. Mientras tanto, ¡enhorabuena, inútil!
Éste es el motivo por el cual no me extrañó volver a ver esa sombría expresión de felicidad, ni tampoco escuchar una vez más tus rebuznos de asno crédulo y desmemoriado que olvida a los muertos de Irak y al acento de Texas, a los trajes, los billetes de lotería y a los barcos de los narcos, que cree que una nueva cara que gestione esta farsa es la mejor de las enmiendas, que habla horrores de los anti-sistemas e ignora lo peligrosos que resultan los pro-sistemas como él, esos a quienes Bertolt Brecht calificaba de analfabetos políticos, esas inmensas mayorías absolutas que mantienen ciega confianza en quienes sólo favorecen a una minoría entre la que ellos jamás se encontrarán. Pero hoy respiras aliviado y lo haces, más que por el hecho de pensar que algo va a solucionarse, por sentirte partícipe de esa victoria que ni es tuya, ni lo será jamás, por haber metido un rectángulo de papel dentro de un sobre, que sumado a otros más de diez millones de rectángulos de papel metidos dentro de otros más de diez millones de sobres, que a su vez se suman a otros más de seis millones de supuestos antagonistas tuyos, han perpetuado este sistema del que tan orgulloso te sientes. Pero ya te arrepentirás cuando te des cuenta de que no has ganado nada, de que no tenías absolutamente nada que celebrar aquel día, que nada de lo que hiciste tuvo la mínima utilidad y que lo único de provecho que puedes hacer, es sentarte a ver la tele. Mientras tanto, ¡enhorabuena, inútil!
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sábado, 5 de noviembre de 2011
DOS AÑOS DE TERRORISMO VIRTUAL
Terrorista... ¿quién?
Democracia... ¿dónde?
Hoy este blog cumple dos años, y todo por tu culpa. ¡Gracias por hacerlo posible!
- Kevin Laden -
lunes, 24 de octubre de 2011
EL IMPERIO DE LOS BUENOS CONTRA EL MALO DE LA PISTOLA DE ORO
Como en toda película el malo siempre ha de ser ajusticiado, no sin antes haber pagado con creces por sus fechorías, en esta superproducción que es la invasión imperialista que desde la pasada primavera ha convertido a Libia en el punto de mira de las garras del neocolonialismo, el villano no podía irse esta vez de rositas. Las cámaras de los teléfonos móviles han retratado lo truculento de una historia que ya no impresiona a nadie, el final de una película de acción con tintes bélicos que ha contado con sus protagonistas ejerciendo de buenos, unos rebeldes cuya misión consistía en liberar a su patria de la mano de los eternos pacificadores de la OTAN, expertos en imponer el bien a pepinazo limpio. A este film de producción norteamericana tampoco le ha faltado su clásico malvado, un sanguinario gobernante que ha oprimido a su pueblo con mano de hierro y que recuerda en ocasiones al malo de Aladdín. Pero aunque los títulos de crédito anuncien al mundo entero que la peli ha terminado con el linchamiento público de Muammar el Gadafi, continúa una trama de dudoso final para el pueblo libio y su futuro, a merced de aquellos que dicen ser libertadores pero únicamente saben crear estados fallidos, esos parásitos que llegan en el momento oportuno y se asientan en lugares estratégicos para succionar sus hidrocarburos con ansia voraz.
El malo ha perdido y los buenos lo celebran, aplaude hasta la izquierda más falaz, desde el puño y la rosa hasta los ecologistas otanistas de Equo. Mientras el Nobel de la paz Barack Obama honra por segunda vez un homicidio retransmitido por televisión, la arpía de Hillary Clinton cita y tergiversa irónicamente y entre carcajadas las palabras de Julio César, “we came, we saw, he died”, es decir, nosotros vinimos, nosotros vimos y él murió, solemnizando así, este Imperio de salvadores, otra pequeña victoria aún a pesar de estar hundiéndose lentamente en el fango, asfixiado por la crisis capitalista que ya no logra sostener ni empleando todo su armamento militar. Muy distintas palabras se oyen y se leen cuando les toca hablar a los malditos, a los incómodos que no logran tragarse el argumento de esta película barata, como las que pronuncia el Comandante Fidel Castro en sus siempre lúcidas Reflexiones: “Esa brutal alianza militar se ha convertido en el más pérfido instrumento de represión que ha conocido la historia de la humanidad”, afirma el compañero Fidel refiriéndose al largo inventario de crímenes que ha perpetrado esa organización terrorista llamada OTAN, y es que si bien Gadafi pereció en manos de los rebeldes libios, resulta muchísimo más que evidente que estos supuestos revolucionarios no son más que los peleles de un mísero espectáculo de marionetas dirigido desde la retaguardia por los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos y que el fallecido mandatario no andaba tan desencaminado al llamar “ratas” a estos infelices que jalean exhibiendo cadáveres y disparan ráfagas al aire, pero son ratas indirectamente y muchos lo son sin saberlo, obedeciendo con ciega fidelidad a quienes los instigan y creyéndose partícipes de una revolución que no es tal.
Por eso me llamó la atención un artículo titulado “El Hombre de la Pistola de Oro” firmado el día 20 de octubre por Miguel-Anxo Murado para la Voz de Galicia, lo leí con estupefacción en un bar de A Coruña justo después de enterarme de la noticia del asesinato de Gadafi y me llamó la atención su guiño cinéfilo y su afán por destacar el detalle de esa pistola de oro que uno de los ajusticiadores exhibía tras habérsela arrebatado supuestamente al cuerpo malherido del coronel. Del desvalijamiento de otro territorio bañado en oro negro, culminado con el cuerpo sin vida de su líder expuesto como trofeo, el autor del citado artículo decide no hacer mención, haciendo hincapié en lugar de ello, en las excentricidades de lo que él califica como un “narcisista” y un “ideólogo enloquecido que se creía destinado a gobernar el mundo”. Olvida, como tantos otros, la gravedad de los hechos y su verdadero motivo, olvida que, como dice Fidel en su artículo firmado el 23 de octubre, el secuestro del cadáver y su posterior exhibición, viola los más elementales principios de las normas musulmanas, e ignora o parece ignorar que el coronel Muammar el Gadafi, padre del socialismo islámico y líder de la Revolución Verde, defendió a su patria y a su pueblo durante 42 años, tras varios intentos de asesinato y no menos bombardeos por parte del imperialismo norteamericano, dejando en 2010 al estado libio en la cabeza del listado de países africanos con mayor índice de desarrollo humano. Como de costumbre, en esta película os habéis vuelto a equivocar de malo.
-Kevin Laden -
El malo ha perdido y los buenos lo celebran, aplaude hasta la izquierda más falaz, desde el puño y la rosa hasta los ecologistas otanistas de Equo. Mientras el Nobel de la paz Barack Obama honra por segunda vez un homicidio retransmitido por televisión, la arpía de Hillary Clinton cita y tergiversa irónicamente y entre carcajadas las palabras de Julio César, “we came, we saw, he died”, es decir, nosotros vinimos, nosotros vimos y él murió, solemnizando así, este Imperio de salvadores, otra pequeña victoria aún a pesar de estar hundiéndose lentamente en el fango, asfixiado por la crisis capitalista que ya no logra sostener ni empleando todo su armamento militar. Muy distintas palabras se oyen y se leen cuando les toca hablar a los malditos, a los incómodos que no logran tragarse el argumento de esta película barata, como las que pronuncia el Comandante Fidel Castro en sus siempre lúcidas Reflexiones: “Esa brutal alianza militar se ha convertido en el más pérfido instrumento de represión que ha conocido la historia de la humanidad”, afirma el compañero Fidel refiriéndose al largo inventario de crímenes que ha perpetrado esa organización terrorista llamada OTAN, y es que si bien Gadafi pereció en manos de los rebeldes libios, resulta muchísimo más que evidente que estos supuestos revolucionarios no son más que los peleles de un mísero espectáculo de marionetas dirigido desde la retaguardia por los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos y que el fallecido mandatario no andaba tan desencaminado al llamar “ratas” a estos infelices que jalean exhibiendo cadáveres y disparan ráfagas al aire, pero son ratas indirectamente y muchos lo son sin saberlo, obedeciendo con ciega fidelidad a quienes los instigan y creyéndose partícipes de una revolución que no es tal.
Por eso me llamó la atención un artículo titulado “El Hombre de la Pistola de Oro” firmado el día 20 de octubre por Miguel-Anxo Murado para la Voz de Galicia, lo leí con estupefacción en un bar de A Coruña justo después de enterarme de la noticia del asesinato de Gadafi y me llamó la atención su guiño cinéfilo y su afán por destacar el detalle de esa pistola de oro que uno de los ajusticiadores exhibía tras habérsela arrebatado supuestamente al cuerpo malherido del coronel. Del desvalijamiento de otro territorio bañado en oro negro, culminado con el cuerpo sin vida de su líder expuesto como trofeo, el autor del citado artículo decide no hacer mención, haciendo hincapié en lugar de ello, en las excentricidades de lo que él califica como un “narcisista” y un “ideólogo enloquecido que se creía destinado a gobernar el mundo”. Olvida, como tantos otros, la gravedad de los hechos y su verdadero motivo, olvida que, como dice Fidel en su artículo firmado el 23 de octubre, el secuestro del cadáver y su posterior exhibición, viola los más elementales principios de las normas musulmanas, e ignora o parece ignorar que el coronel Muammar el Gadafi, padre del socialismo islámico y líder de la Revolución Verde, defendió a su patria y a su pueblo durante 42 años, tras varios intentos de asesinato y no menos bombardeos por parte del imperialismo norteamericano, dejando en 2010 al estado libio en la cabeza del listado de países africanos con mayor índice de desarrollo humano. Como de costumbre, en esta película os habéis vuelto a equivocar de malo.
-Kevin Laden -
jueves, 13 de octubre de 2011
LAS BRUJAS DE SALEM
Los que padecen miopía política tienden a ver con asombrosa claridad cómo reprimen los estados más totalitarios a miles de kilómetros de distancia. Aseguran ser conocedores de todas las atrocidades que cometen o han cometido los dictadores más sanguinarios, aunque no tuvieran ni idea de quiénes eran estos déspotas antes de que los medios empezaran a pronunciar sus nombres. Pero esta dolencia incluye otro síntoma y es todavía más grave que el primero descrito, el miope político es incapaz de ver aquello que sucede a su alrededor, aunque esté ocurriendo a dos palmos de su propia nariz. Por este motivo, cuando el informativo de la Sexta dedicó medio minuto a informar a la audiencia de que la Policía Nacional se había llevado detenido a un rapero por hacer apología del terrorismo, el espectador medio no vio en esta noticia más que una mera curiosidad, “¿qué habrá dicho ese individuo para haber causado tanto revuelo?”. Algo normal al fin y al cabo, esto ya lo hemos visto más veces, nombres como los de Soziedad Alkohólika, Fermín Muguruza, Banda Bassotti o Los Chikos del Maíz han sonado o se han visto impresos en los medios de comunicación por lo controvertido del contenido que albergan las letras de muchas de sus canciones. Los músicos que ignoran lo que es el miedo y rechazan la clásica ambigüedad disimulada con bonitas palabras y falso compromiso, en ocasiones se convierten en la cruz en el punto de mira de los amos y señores que guardan la perpetuidad de su arcaico caudillaje.
¿Pero qué tiene de diferente la detención de Pablo Hasel a todas estas infamias? Los que no nos fiamos de quienes escupen falacias teñidas de progresismo, lo tenemos claro. La democracia española, patrocinada entre otras, por una cadena como la Sexta, tan versada en desacreditar al gobierno cubano o al proceso revolucionario de Venezuela, retiene a un caminante y se lo lleva esposado, la democracia española registra su casa ante la atónita mirada de su familia, incautando libros, material informático y todo tipo de escritos, la democracia española lo encierra, lo interroga y se encarga de pintarle al rapero cuernos y un tridente. Esta, nuestra ruin democracia de corte hitleriano, consiente y echa la vista hacia otro lado cuando se celebra un concierto neonazi como el del pasado 12 de octubre, haciéndole únicamente mención al vergonzoso evento organizado por el partido legal Democracia Nacional, cuando un grupo de manifestantes antifascistas, todo hay que decirlo, con un par de pelotas, acudieron a chafarles a los cabecitas pelonas, bien protegido por los Mossos de d’esquadra, su glorioso día de la raza. ¿Se sabrían los agentes las canciones de los grupos que actuaban esa noche? No me sorprendería,pero en un país en el que un exfalangista puede optar a un alto cargo en el Partido Popular y la extrema derecha ocupa escaños en los ayuntamientos mientras se retiene e interroga durante horas a un joven que hace rap combativo, lo que deberíamos preguntarnos es, ¿cuándo se dará cuenta la supuesta izquierda de que sus medios informativos no son más que la corte que se encarga de señalar con el dedo y acusar de brujería a todo el que ponga en tela de juicio al sistema del que estos medios son voceros? La caza de brujas que sufren aquellos que hablan sin tapujos no la perpetra la derecha, la perpetra como siempre y sin escrúpulos de ningún tipo el maldito capital.
No obstante, cuando el sistema capitalista flaquea, como está ocurriendo hoy en día, y cada vez son más los que optan por tomar el camino de la insubordinación sin miedo a arder en su hoguera inquisidora, su armadura se endurece y sus mecanismos de defensa se tornan a menudo más agresivos de lo normal, viéndose forzado a recurrir a ignominiosos métodos represivos que para la inmensa mayoría son de lo más comunes, pero que para el resto de los que nunca hemos tenido reparo en considerarnos antisistemas, es un motivo más por el que maldecir sus miserables vidas al tiempo que les agradecemos que al intentar callarnos, nos den más voz.
- Kevin Laden -
¿Pero qué tiene de diferente la detención de Pablo Hasel a todas estas infamias? Los que no nos fiamos de quienes escupen falacias teñidas de progresismo, lo tenemos claro. La democracia española, patrocinada entre otras, por una cadena como la Sexta, tan versada en desacreditar al gobierno cubano o al proceso revolucionario de Venezuela, retiene a un caminante y se lo lleva esposado, la democracia española registra su casa ante la atónita mirada de su familia, incautando libros, material informático y todo tipo de escritos, la democracia española lo encierra, lo interroga y se encarga de pintarle al rapero cuernos y un tridente. Esta, nuestra ruin democracia de corte hitleriano, consiente y echa la vista hacia otro lado cuando se celebra un concierto neonazi como el del pasado 12 de octubre, haciéndole únicamente mención al vergonzoso evento organizado por el partido legal Democracia Nacional, cuando un grupo de manifestantes antifascistas, todo hay que decirlo, con un par de pelotas, acudieron a chafarles a los cabecitas pelonas, bien protegido por los Mossos de d’esquadra, su glorioso día de la raza. ¿Se sabrían los agentes las canciones de los grupos que actuaban esa noche? No me sorprendería,pero en un país en el que un exfalangista puede optar a un alto cargo en el Partido Popular y la extrema derecha ocupa escaños en los ayuntamientos mientras se retiene e interroga durante horas a un joven que hace rap combativo, lo que deberíamos preguntarnos es, ¿cuándo se dará cuenta la supuesta izquierda de que sus medios informativos no son más que la corte que se encarga de señalar con el dedo y acusar de brujería a todo el que ponga en tela de juicio al sistema del que estos medios son voceros? La caza de brujas que sufren aquellos que hablan sin tapujos no la perpetra la derecha, la perpetra como siempre y sin escrúpulos de ningún tipo el maldito capital.
No obstante, cuando el sistema capitalista flaquea, como está ocurriendo hoy en día, y cada vez son más los que optan por tomar el camino de la insubordinación sin miedo a arder en su hoguera inquisidora, su armadura se endurece y sus mecanismos de defensa se tornan a menudo más agresivos de lo normal, viéndose forzado a recurrir a ignominiosos métodos represivos que para la inmensa mayoría son de lo más comunes, pero que para el resto de los que nunca hemos tenido reparo en considerarnos antisistemas, es un motivo más por el que maldecir sus miserables vidas al tiempo que les agradecemos que al intentar callarnos, nos den más voz.
- Kevin Laden -
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sábado, 3 de septiembre de 2011
LAS FIESTAS DE MI PUEBLO
Comienzan las fiestas patronales de mi pueblo, en las que como cada año, abogamos sobre todo por la cultura y la diversión para todos los públicos, respetando las tradiciones por encima de cualquier otra cosa. El primer día, como ya es atávica costumbre, damos por inaugurada la semana de festejos lanzando una vaquilla desde lo alto del campanario, para después rematarla atravesándola con una lanza hasta dar por ratificada su muerte, todo esto acompañado de música y pólvora para amenizar el acto. El segundo y tercer día se celebran los tradicionales encierros al agua, que consisten en una carrera de dos kilómetros en la que se sueltan quince morlacos y cinco mansos, culminando el recorrido en la zona portuaria, donde los animales caen al agua y se les da muerte a tiro de escopeta, todo muy limpio y rápido. Por las noches se dan lugar los toros embolados, que con dos bolas de fuego en las astas, son amarrados de los cuernos y arrastrados por todo el recinto mientras los mozos les lanzan dardos con cerbatanas a ritmo del mejor repertorio de sevillanas y pasodobles. Es el cuarto día cuando se prepara en la plaza del ayuntamiento una paella gigante con la carne de los animales sacrificados, en la que es costumbre disputarse a empujones y codazos los mejores y más suculentos pedazos de carne, éste es el día en que más se siente la unidad y la armonía entre los vecinos. A los cinco días se dan lugar a las becerradas, con el fin de que a los más jóvenes también se les permita participar en el noble arte de la lidia, toreando a becerros de muy corta edad, para que de este modo los chavales aprendan a estocar y clavar banderillas como es debido, disfrutando de paso de un espectáculo de lo más apropiado para niños y adolescentes, estos últimos algo bebidos, pero siempre actuando con responsabilidad a la hora de ejercer su tarea. Los dos últimos días concluyen con una suelta de vaquillas por todo el pueblo sin ningún tipo de barrera que limite el recorrido, sueltas en las que cada año mueren decenas de ancianas al verse sorprendidas por los animales cuando sacan las sillitas a la calle.
Aunque no todo es motivo de celebración durante esa semana de festejos, ya que algunos desaprensivos se han dedicado últimamente a tachar de salvajes truculencias nuestras lúdicas actividades, reclamando la prohibición de las mismas. Gentes sin oficio ni beneficio que no tienen nada mejor que hacer que defender a unos animales, que al contrario de nosotros, carecen de un alma y por tanto no son más que criaturas que el Señor ha puesto sobre la tierra para regocijo de los más cristianos y civilizados hombres, criaturas que gracias a su metabolismo y su fuerte constitución, no sienten sino un leve cosquilleo cuando su piel es atravesada por nuestros simpáticos mozos. Lo que pasa es que la sangre es muy escandalosa.
- Kevin Laden -
Aunque no todo es motivo de celebración durante esa semana de festejos, ya que algunos desaprensivos se han dedicado últimamente a tachar de salvajes truculencias nuestras lúdicas actividades, reclamando la prohibición de las mismas. Gentes sin oficio ni beneficio que no tienen nada mejor que hacer que defender a unos animales, que al contrario de nosotros, carecen de un alma y por tanto no son más que criaturas que el Señor ha puesto sobre la tierra para regocijo de los más cristianos y civilizados hombres, criaturas que gracias a su metabolismo y su fuerte constitución, no sienten sino un leve cosquilleo cuando su piel es atravesada por nuestros simpáticos mozos. Lo que pasa es que la sangre es muy escandalosa.
- Kevin Laden -
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Maltrato animal
miércoles, 27 de julio de 2011
LA BUENA DICHA DE CAMPS
Parece que se hayan abierto las puertas del cielo con la dimisión del Presidente de la Generalitat, como si fuese el mismo Carlos Arias Navarro en persona quien hubiese anunciado la muerte del Generalísimo entre sollozos otra vez, como si nos hubieran quitado un gran peso de encima, en definitiva, como si se hubiera hecho justicia. ¿Será que estamos tan quemados por el sol que a estas alturas una ligera brisa nos parece la gloria? El caso es que por lo visto, estamos tan condicionados a que imperen la decadencia y el pillaje y se nos haga creer que no existe alternativa a esta manera de hacer política, que celebramos el ostracismo obligatorio de un chorizo aún a sabiendas de que no hemos sido nosotros quienes lo han forzado a dimitir, como debería haber sido, si no los intereses de su propio partido y del que será, le pese a quien le pese, el próximo presidente del gobierno.
Aquello de que nunca es tarde si la dicha es buena no es más que una falacia que nos hemos visto forzados a tragarnos sin masticar, con una sonrisa en la boca y el babero en el cuello para no mancharnos. La dicha es buena, pero no para quienes han visto con tan buenos ojos la noticia, que parece haber sentado como un soplo de aire fresco. La dicha es buena para el exPresident y su partido, ese que dice retirarse por su propia voluntad para no perjudicar al Partido Popular y al candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, ese que declara su inocencia con cínica sonrisa, que dice ser víctima de un sistema brutal y se asegura un mártir. La dicha es buena para esos valencianos de traca y peineta que acuden religiosamente a las urnas cada cuatro años para preservar el régimen barberista que en su ciudad prepondera, es buena para esa España palurda cuyo planteamiento consiste en consentir que los políticos de su país sean corruptos alegando que “ellos harían lo mismo” y que ve una injusticia en la acusación a Camps porque “a todos nos han hecho regalos alguna vez”.
Y si crees que no sólo es demasiado tarde, sino que además no hay ningún motivo por el que celebrar nada en absoluto, si para ti resulta obvio que Alberto Fabra no será más que un pelele con una mano metida por el culo y si lo que quieres es ver al “Molt Honorable” bajo un sistema que lo meta entre rejas en lugar de verlo ocupando de nuevo un cargo en 2012 o dirigiendo una empresa, entonces la dicha para ti tampoco es buena.
- Kevin Laden -
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Política
lunes, 6 de junio de 2011
15-M: LA REVOLUCIÓN PASIVA, EL PACIFISMO AUTORITARIO Y LA “IDEOLOFOBIA” (O de cómo hacer una revolución sin molestar a los vecinos)
El día 14 de mayo ya estaba eufórico, con los dedos al rojo vivo ardiendo en deseos de escribir un texto arengando a las masas ante la inminente revolución que se avecinaba en todo el estado español, creyéndome el mismísimo Che Guevara dando un discurso en la ONU para recordarle a la gente una vez más lo necesario que era un levantamiento del pueblo. Tan ingenuo fui que comencé a preparar lo que después resultó ser el artículo más optimista que había salido de mi teclado desde que me dio por desahogarme con él en vez de con un fusil de asalto, artículo de cuyo título, por algo que hoy siento y que debe de ser eso que muchos llaman vergüenza, prefiero no acordarme. Tras la manifestación del 15 de mayo en Castellón, que partió desde la hoy asentada plaza Mª Agustina – o la que emulando a los valencianos, se ha rebautizado simbólicamente como “plaza 15 de mayo” – mi efusividad se fue extinguiendo poco a poco, lo que había empezado siendo una llamarada que me abrasaba por dentro quedó en un leve chispazo que mantenía viva la esperanza de que algo pudiera surgir de todo esto. Esta llama sigue viva, pero ya apenas alumbra.
LO LLAMAN REBELDÍA Y NO LO ES
Para hacer una reflexión sobre el movimiento del 15-M, habiendo sido ya prudente y esperado a que los acontecimientos fluyeran hasta ver los resultados, no puedo evitar plantearla desde mi experiencia personal en la acampada de Castellón, ya que no puedo mentar al resto sin haber estado en ellas. En un principio me sorprendió ver cómo gente a la que jamás había visto en una movilización de este tipo, encabezaban las manifestaciones sosteniendo las pancartas o megáfono en mano proclamando consignas, lo cual más que disgustarme, me resultó cuanto menos, interesante, pues se estaban removiendo conciencias, el pueblo se desperezaba y se quitaba las legañas, o al menos así lo vi en aquél momento. Pero de la ilusión fui pasando al desencanto en tan solo un par de días, escuchando alucinado cómo las voces más subversivas eran acalladas por una aplastante mayoría de ultracorrectos exaltados, echando por tierra cualquier decisión que conllevase atisbo alguno de rebeldía, aunque ésta hubiera sido previamente aprobada en asamblea. Por éste motivo, muchos compañeros que llevan años en la lucha anticapitalista, tomaron la respetable decisión de desentenderse del movimiento a los pocos días, yo por el contrario y después de dar muchas vueltas a la plaza, aturdido, confuso y desorientado entre tanta mano alzada, aplausos y frases de Gandhi, decidí seguir husmeando hasta dar con un hueco desde el que aportar mi punto de vista crítico y dar rienda suelta a mi espíritu combativo, y así fue como me uní a la gloriosa comisión de Activismo, comisión que desde su nacimiento se encontraba destinada a convertirse tarde o temprano en un rebaño de ovejas negras para lo “indignaos”, un grupo de terroristas que desde la sombra urde maquiavélicos planes para quemar coches y volar edificios. Y es que si hay un sentimiento que ha sido palpable durante estas semanas, es el miedo, el temor colectivo a que las ideologías se muestren abiertamente, el recelo general a posicionarse y la desconfianza de muchos ante cualquier tentativa de acción organizada, miedo por parte de los mismos que actúan en todo momento dentro de la legalidad mientras se autoproclaman partícipes de una revolución. Permitidme que me ría, pero es que llevo semanas conteniendo las carcajadas cada vez que paso ante el cartel que promulga aquello de: “Spanish Revolution”, reduciendo una palabra de tan colosal significado a un campamento con flores, timbales y talleres de relajación, estos últimos para estar tranquilos si vienen los antidisturbios a molernos a palos.
IDEOLOGÍAS, VADE RETRO
A mí que se me suele tildar de dogmático día sí y día también, me pareció fenomenal durante las primeras asambleas, que la iniciativa fuese ciudadana y no se presentase teñida de ningún color político, algo que en medio de una campaña electoral no hubiese ido a buen puerto, pero esto se ha confundido con el disparatado concepto de que hay que rechazar cualquier tipo de ideología huyendo de todo intento por parte de los medios de meter a los acampados en el oscuro y raído saco de la izquierda, no vayan a decir que somos comunistas, ¡Jesús! La despolitización total del estático movimiento 15-M ha traído consigo una serie de contradicciones que han atentado incluso contra la libertad de expresión de muchos de los que estamos implicados y seguimos aguantando un atropello tras otro, como es el hecho de que se instara a un chaval que enarbolaba una bandera del CJC a retirarla de inmediato, mientras ha de someterse a votación si se retira o no de la mesa informativa un comunicado de Falange Española, confundiendo así del modo más ridículo política con sentido común. Esto es solamente un ejemplo de lo que yo llamo irónicamente, la “censura pacifista”, pero hay más, detalles como sustituir cualquier consigna de corte político o social por globos de colores son los que convierten su idílica revolución en un guateque que ha perdido toda credibilidad. Lejos de mi intención está desvirtuar un movimiento en el cual continúo implicado, no vayan los gurús de la benevolencia a acusarme de hacer contrarrevolución, lo único que pretendo es reflexionar, aunque muchos se ofendan, acerca de por qué pienso que todo este tinglado se dirige a toda velocidad y sin frenos contra un muro de hormigón, y sobre el peligro de que la cosa degenere en algo muchísimo peor, si no es que cae sencillamente en el olvido como las movilizaciones de transportistas o la huelga general.
Es bastante probable que haya gente que ya esté convulsionando si ha llegado a leer hasta aquí, que se conjuren contra mí acusándome de querer falsear esta iniciativa tan bonita, - tan bonita como un anuncio de Ausonia - pero aunque haya decidido subirme a este barco, sepan que mi lucha dista mucho de su idea de formar parte del mobiliario de la plaza y está muy lejos de su sospechoso “ni de derechas ni de izquierdas”, que una revolución por pacífica que sea, no es viable si ni tan siquiera resulta una molestia para los poderosos hacia quienes va dirigida, que no se puede pretender cambiar las leyes si se continúan cumpliendo al pie de la letra y que pretendo seguir siendo un grano en el culo de los pacifistas hasta que el 15-M empiece a parecerse más a las revueltas de los pueblos egipcio y griego y menos a una tarde en el festival de Woodstock.
Para acabar, sólo una frasecita de las clásicas: “Ni tan violento como creen, ni tan pacífico como desean”.
- Kevin Laden -
jueves, 28 de abril de 2011
SIN MANCHARSE LAS MANOS
Del modo más rastrero se acusaba a Patricia Heras Méndez, junto con varios compañeros, de haber dejado inválido a un guardia urbano durante el desalojo de una fiesta en 2006. Tras un irregular proceso lleno de trampas y falsas acusaciones, la Audiencia de Barcelona le impuso una sentencia de tres años de cárcel que empezó a cumplir en octubre del año pasado, pero ella se declaró con vehemencia inocente hasta el último momento. Al igual que el resto de los acusados, Patricia también fue víctima de agresiones durante su estancia en los calabozos la noche de los hechos, además de soportar más de tres años de irregularidades judiciales con el consentimiento del entonces alcalde barcellonés Joan Clos y el concejal de seguridad y actual alcalde, Jordi Hereu.
El pasado martes 26 de abril, la chica que tenía 36 años y que en la actualidad cumplía una condena de sección abierta que la obligaba a dormir todos los días en prisión, decidió quitarse la vida en su domicilio, con tal de no regresar a la cárcel de Wad-Ras, en la que estaba interna. Tan sólo el Periódico de Cataluña ha mencionado lo ocurrido, en el resto de medios de comunicación oficiales se hace el silencio, como de costumbre, mutismo cómplice de un crimen indirecto cometido por un sistema judicial despreciable, la confabulación de un ayuntamiento y un vergonzoso montaje policial que fue en su momento denunciado por Amnistía Internacional. Estaban ansiosos de venganza y sin duda la han conseguido, han arruinado la vida de una joven hasta tal extremo que la han obligado a arrancársela de cuajo, saben que son los responsables de la muerte de una persona inocente, que ni siquiera se encontraba en el lugar donde sucedieron los altercados, - como ella misma aseguraba en una entrada de su blog - y que aún así pagó con creces por un delito que jamás cometió. Hoy continúan entre rejas por el mismo caso: Juan Pintos, Álex Cisterna y Rodrigo Lanza, que como ella, todavía no han tenido un juicio justo.
Bajo el consentimiento del estado y su brazo armado, los mismos que dan lecciones de democracia a otros países, proporcionan asilo a supuestos presos políticos y presumen de una ejemplar imparcialidad, han vuelto a cometer un homicidio sin huellas y sin marcas, han asesinado a Patricia sin mancharse las manos de sangre ni gastar una sola gota de tinta. ¡Otra injusticia que no olvidamos!
- Kevin Laden -
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Presos
jueves, 14 de abril de 2011
LA REPÚBLICA ESPAÑOLA, LEJOS DE LO ESPAÑOL
Hoy es un día muy especial, y debería serlo por muchísimos motivos para todos los sectores del estado que rehúsan a un monarca que no representa más que la continuidad de la cruenta dictadura que asoló este país y de la que todavía hoy quedan huellas. Una fecha desconocida por muchos e ignorada por otros tantos, que jamás se ha marcado en rojo en ningún calendario y que nunca se ha conmemorado como es debido. Se cumplen 80 años del mayor proceso democrático que se haya acontecido en este país, casi un siglo y no existe prácticamente persona viva que sepa lo que se sentía al escoger con su voto a un jefe de estado. Me veo entre comillas obligado a escribir este breve artículo con el que no pretendo desacreditar a nadie salvo a la pesada corona que llevamos sobre nuestras espaldas, la cual es un lastre del que nos debemos deshacer cuanto antes, no obstante, mis palabras también van dirigidas a aquellos que rechazan la República por aquello de “española”.
Dice la izquierda independentista, a la que siempre he admirado por su coherencia y formas de lucha y con la que comparto un 90% del ideario, que la República Española es un proyecto ajeno al suyo, por el que no merece la pena levantarse, ya que continúa representando un estado español. ¿Pero tiene algo que ver esa utopía con el modelo de nación que tenemos ahora mismo instaurado? Quienes ondeamos hoy la bandera tricolor por las calles de nuestras ciudades deberíamos preguntarnos qué clase de república es la que queremos conseguir y no pensar que la lograremos solamente cuando el trasero real se despegue del trono. La idea de que se derrame sangre azul mientras ruedan cabezas no deja de ser atractiva, aunque ser optimistas no está reñido con ser realistas y reflexivos. Más allá de esa preciosa franja violeta y de las grandiosas notas del Himno de Riego, hay todo un sistema que, dándose el caso de que esa anhelada revuelta popular tuviese lugar, debería ser reformado y hemos de tenerlo bien claro si queremos que el sueño se convierta al fin en realidad. En mi humilde opinión, una República como cualquier revolución, constituiría tal cambio que habría que plantearse seria y detenidamente el modelo de estado que el pueblo desea, pues en este caso el jaque al rey sería sólo el primer movimiento de una compleja partida.
Distan mucho las circunstancias de nuestros tiempos con las de hace ocho décadas, pero hay una obligación moral que nos insta a rendir homenaje a aquellos que trataron de evitar que las cunetas de nuestras carreteras se llenasen de huesos sin nombre ni apellidos, un deber que está muy por encima de nacionalismos. Porque a los que pedimos una Tercera República también nos repele todo lo que huele a españolismo, también aborrecemos la bandera roja y gualda, también creemos en la autodeterminación y en el derecho a decidir de los pueblos, tampoco queremos ser españoles y nuestro concepto de patria es muy distinto del que se tiene desde la derecha y sus ideas caducas, su fanatismo religioso y sus himnos genocidas. Hoy salimos a la calle con ánimo, esperanza, fe y compromiso, contra una España en la que el fascismo tiene todavía preferencia, por un estado nuevo, laico, democrático y sin un Felipe VI asentado en la vieja poltrona. Seguimos firmemente convencidos de que a la tercera va la vencida, por eso hoy gritamos para que nuestra voz llegue a todas partes: ¡Venceremos!
Amb tot el meu afecte, als companys Aimar i Helena.
- Kevin Laden -
Dice la izquierda independentista, a la que siempre he admirado por su coherencia y formas de lucha y con la que comparto un 90% del ideario, que la República Española es un proyecto ajeno al suyo, por el que no merece la pena levantarse, ya que continúa representando un estado español. ¿Pero tiene algo que ver esa utopía con el modelo de nación que tenemos ahora mismo instaurado? Quienes ondeamos hoy la bandera tricolor por las calles de nuestras ciudades deberíamos preguntarnos qué clase de república es la que queremos conseguir y no pensar que la lograremos solamente cuando el trasero real se despegue del trono. La idea de que se derrame sangre azul mientras ruedan cabezas no deja de ser atractiva, aunque ser optimistas no está reñido con ser realistas y reflexivos. Más allá de esa preciosa franja violeta y de las grandiosas notas del Himno de Riego, hay todo un sistema que, dándose el caso de que esa anhelada revuelta popular tuviese lugar, debería ser reformado y hemos de tenerlo bien claro si queremos que el sueño se convierta al fin en realidad. En mi humilde opinión, una República como cualquier revolución, constituiría tal cambio que habría que plantearse seria y detenidamente el modelo de estado que el pueblo desea, pues en este caso el jaque al rey sería sólo el primer movimiento de una compleja partida.
Distan mucho las circunstancias de nuestros tiempos con las de hace ocho décadas, pero hay una obligación moral que nos insta a rendir homenaje a aquellos que trataron de evitar que las cunetas de nuestras carreteras se llenasen de huesos sin nombre ni apellidos, un deber que está muy por encima de nacionalismos. Porque a los que pedimos una Tercera República también nos repele todo lo que huele a españolismo, también aborrecemos la bandera roja y gualda, también creemos en la autodeterminación y en el derecho a decidir de los pueblos, tampoco queremos ser españoles y nuestro concepto de patria es muy distinto del que se tiene desde la derecha y sus ideas caducas, su fanatismo religioso y sus himnos genocidas. Hoy salimos a la calle con ánimo, esperanza, fe y compromiso, contra una España en la que el fascismo tiene todavía preferencia, por un estado nuevo, laico, democrático y sin un Felipe VI asentado en la vieja poltrona. Seguimos firmemente convencidos de que a la tercera va la vencida, por eso hoy gritamos para que nuestra voz llegue a todas partes: ¡Venceremos!
Amb tot el meu afecte, als companys Aimar i Helena.
- Kevin Laden -
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